Brasil denuncia trato “degradante” a deportados por EE. UU. y exige explicaciones al gobierno de Trump

Un grupo de 88 brasileños deportados desde Estados Unidos llegó este sábado a Brasil en condiciones indignantes: con las manos esposadas y los pies encadenados durante todo el vuelo. Este trato ha sido denunciado por el Gobierno brasileño como una violación a los derechos fundamentales.

El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Lewandowski, ordenó a la Policía Federal intervenir en cuanto el avión hizo una escala técnica en la ciudad de Manaus. Según un comunicado oficial, se exigió a los agentes estadounidenses la retirada inmediata de las esposas. Durante la parada, los deportados fueron trasladados a una zona del aeropuerto donde se les ofreció comida, colchones y acceso a duchas.

Lewandowski, quien informó al presidente Luiz Inácio Lula da Silva sobre el incidente, calificó el uso de esposas como una “flagrante falta de respeto a los derechos fundamentales”. En el comunicado, el Ministerio de Justicia recordó que “la dignidad de la persona humana es un principio básico de la Constitución Federal y un pilar del Estado democrático de derecho”.

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores anunció que solicitará explicaciones al gobierno de Estados Unidos, denunciando el trato “degradante” recibido por los ciudadanos brasileños. En un gesto para garantizar su bienestar, el presidente Lula ordenó que una aeronave de las Fuerzas Armadas transportara a los deportados desde Manaus hasta Belo Horizonte, su destino final, para completar el viaje “con dignidad y seguridad”.

Un acuerdo previo y el contexto migratorio bajo Trump

Este vuelo marca el primer operativo de deportación bajo la administración de Donald Trump, quien recientemente asumió su segundo mandato. Sin embargo, fuentes de la Cancillería brasileña informaron a EFE que el viaje ya estaba programado antes del inicio del mandato y forma parte de un acuerdo bilateral firmado en 2017.

Trump inició su periodo presidencial con la implementación de estrictas medidas para frenar la migración irregular hacia Estados Unidos. Entre ellas, declaró una emergencia nacional en la frontera con México y ordenó la movilización de agentes para acelerar la deportación de millones de migrantes.

El trato dado a los ciudadanos brasileños pone de manifiesto las tensiones en torno a la política migratoria estadounidense y subraya la necesidad de garantizar un trato digno a las personas deportadas, en el marco del respeto a los derechos humanos.