La intención de inhabilitar a Semilla, generó protestas y reacciones en Guatemala
Corte de Guatemala deja sin efecto la exclusión del partido progresista "Movimiento Semilla"
El intento de excluir la candidatura encabezada por Bernardo
Arévalo, del Movimiento Semilla, de la segunda vuelta electoral en Guatemala ha
disparado todas las alarmas entre las fuerzas democráticas del país
centroamericano. Representantes de la oposición, juristas, organismos
internacionales y la Administración de Joe Biden rechazan la decisión de un
juzgado que el miércoles inhabilitó la formación progresista que obtuvo el 12%
de los votos en los comicios del pasado 25 de junio. El partido presentó un
recurso constitucional para impugnar el fallo y la Corte de Constitucionalidad
ha otorgado un amparo provisional al Movimiento Semilla que protege por el
momento la participación de Bernardo Arévalo en la segunda vuelta electoral. Al
mismo tiempo, el Tribunal Electoral ha solicitado este jueves dejar sin efecto
la orden del juez y así mantener la convocatoria de la segunda vuelta, fijada
para el 20 de agosto. Hasta que el Constitucional no dicte sentencia, en
cualquier caso, la amenaza sobre la cancelación del partido persiste. El
Movimiento Semilla, surgido al calor de las protestas de 2015 contra la deriva
institucional del país, afronta una causa penal promovida por Rafael
Curruchiche, un fiscal sancionado por Estados Unidos por corrupción.
Guatemala está todavía a un paso de un golpe técnico, en
opinión del excanciller Gabriel Orellana, hoy abogado. “Burdo, pero al final golpe”,
señala. A esa conclusión llega después de examinar la orden del juez que busca
dinamitar la formación de Arévalo, que interpuso un recurso de amparo ante la
Corte de Constitucionalidad para intentar evitar que las autoridades
electorales cumplan con una disposición “ilegal e inconstitucional”. Acatar la
orden de un juez que se entromete en las funciones del Tribunal Electoral
plantea una ruptura de la ley fundamental, según los juristas consultados, y
además es ilegal, porque ningún partido puede ser suspendido durante un proceso
electoral. En este contexto, de acuerdo con el análisis más extendido, el
intento de excluir a Arévalo de la contienda electoral persigue la imposición
de una segunda vuelta entre la ex primera dama Sandra Torres (conservadora) y
un candidato oficialista afín al actual presidente, Alejandro Giammattei.
Ante una población expectante por la oficialización de los
resultados electorales de la primera vuelta, confirmados por una repetición del
escrutinio, el Ministerio Público difundió el miércoles un video en el que el
fiscal Curruchiche anuncia que un juzgado ordenó la inhabilitación del
Movimiento Semilla con el argumento de la supuesta falsificación de firmas de
afiliados al partido.
El Tribunal Supremo Electoral ha presentado este jueves un
recurso de amparo ante una sala de apelaciones para que se deje sin efecto la
orden. “El juez no debió tan siquiera entrar a conocer la cancelación de una
organización política”, ha señalado en conferencia de prensa el registrador, Ramiro
Muñoz, porque esa es una facultad que solo compete a la autoridad electoral. La
cancelación tampoco puede ocurrir con un proceso en marcha y cuando ya se
emitió el decreto que oficializa los resultados de los candidatos que van a
segunda vuelta, detalló. La autoridad electoral también presentará una acción
ante la Corte de Constitucionalidad, en defensa de la Carta Magna, como se
haría con cualquier otro partido, para defender la supremacía de las decisiones
que solo le competen al Registro de Ciudadanos, según Muñoz. El registrador
lucía nervioso y cuando se le preguntó si tenía miedo. Dijo que no, y recordó
que su cargo goza de inmunidad ante una posible amenaza de persecución penal
por no atender la orden, valorada como ilegal por varios juristas y por el
mismo tribunal.
La preocupación por esta deriva llegó hasta Washington. El
Departamento de Estado de Estados Unidos no solo expresó su preocupación por
esta situación, sino que manifestó que estas acciones “ponen en riesgo la
legitimidad del proceso electoral en el centro de la democracia guatemalteca,
que debe promoverse y defenderse de conformidad con la Constitución de
Guatemala y la Carta Democrática Interamericana”. “La voluntad del pueblo
guatemalteco, expresada a través de los resultados de las elecciones del 25 de
junio, debe ser respetada”, advierte un comunicado.
“De ninguna manera vamos a acatar una decisión espuria e
ilegal”, señaló, por su parte, Bernardo Arévalo. El sociólogo, de 64 años, se
postula como candidato a la presidencia por el partido que representa una
propuesta progresista de cambio frente al sistema de corrupción y autoritarismo
que se profundizó durante el Gobierno de Giammattei. Más de un centenar de
operadores de justicia, defensores de derechos humanos y periodistas están en
el exilio, mientras otros exfuncionarios anticorrupción han sido encarcelados,
como la antigua fiscal Virginia Laparra, a quien Amnistía Internacional ha
declarado “presa de conciencia”.