El presidente Luis Arce en la Cumbre del G-20
En el G20 presidente Arce llama a una transformación global para combatir el hambre y la pobreza
El mandatario expresó su apoyo a la propuesta de Brasil de
una Alianza Mundial contra el hambre y la pobreza, calificándola como una
herramienta clave erradicar la pobreza y alcanzar la agricultura sostenible.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, exhortó este lunes a la
comunidad internacional, en el marco de la sesión del G20 sobre la lucha contra
el hambre y la pobreza, celebrada en Río de Janeiro, Brasil, a impulsar un
cambio estructural en los sistemas de producción y consumo para enfrentar la
crisis climática y social que afecta al mundo.
Arce destacó que el modelo capitalista actual, basado en el
consumo insostenible, está agravando los desastres naturales, como sequías,
inundaciones e incendios, los cuales, dijo, aumentan en frecuencia e
intensidad, poniendo en peligro la vida en el planeta.
Según el mandatario, esta situación ha llevado a la
desaparición de especies, la deforestación, el hambre, la pobreza y el
deterioro de la salud pública, afectando especialmente a los países del sur
global.
El presidente boliviano enfatizó que las naciones en vías de
desarrollo, que representan una gran parte de la población mundial, son las más
perjudicadas por la crisis climática y la inseguridad alimentaria.
Por ello, abogó por la necesidad de establecer términos de
intercambio más justos, compensar a los países periféricos por sus
contribuciones a la mitigación del cambio climático y facilitar el acceso a
financiamiento y tecnología bajo principios de cooperación, respeto a las
asimetrías y soberanía.
En este contexto, Bolivia expresó su apoyo a la propuesta de
Brasil de una Alianza Mundial contra el Hambre y la Pobreza, calificándola como
una herramienta clave para movilizar recursos que permitan implementar
políticas públicas enfocadas en cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS), como erradicar la pobreza y alcanzar la agricultura sostenible.
Arce resaltó la importancia de recuperar y valorar las
prácticas ancestrales de los pueblos indígenas, quienes han logrado mantener
una relación de equilibrio con la naturaleza.
Asimismo, destacó las políticas redistributivas de ingresos
como un mecanismo esencial para reducir desigualdades y combatir la exclusión
social.
Bolivia presentó como ejemplo el Sistema de Producción
Alimentario basado en la agricultura tradicional, una iniciativa que promueve
la producción y distribución liderada por pequeños agricultores, campesinos e
indígenas, mediante redes locales de comercialización.
Este sistema, integrado por unidades familiares y
comunitarias, garantiza la seguridad alimentaria en armonía con la naturaleza,
gestionando de manera sostenible recursos como la tierra, el agua y los
bosques.
El mandatario subrayó que el acceso a una alimentación adecuada y suficiente es un derecho humano que los Estados deben garantizar.
El jefe de Estado llamó a los países desarrollados a asumir
una responsabilidad moral con las naciones más vulnerables, promoviendo un
nuevo orden mundial basado en la multipolaridad y la cooperación solidaria para
enfrentar los desafíos globales.
Con este llamado, Bolivia ratificó su compromiso con la
Alianza Mundial contra el Hambre y la Pobreza, reafirmando su voluntad de
compartir experiencias y participar activamente en la implementación de
soluciones que beneficien a los sectores más afectados.