‘Fracasados, cadáveres e hipócritas’: fuertes críticas al acuerdo de unidad entre opositores

El reciente acuerdo de unidad firmado por los expresidentes Jorge “Tuto” Quiroga y Carlos Mesa, junto al exministro Samuel Doria Medina y Efraín Suárez (representante de Luis Fernando Camacho), generó una oleada de reacciones tanto desde el oficialismo como de otros actores de la oposición.

Críticas desde la oposición interna

Branko Marinkovic, exministro de Economía durante el gobierno de Jeanine Áñez y también candidato presidencial, arremetió contra el pacto, calificando a los firmantes como una “juntucha de fracasados”. A través de sus redes sociales, Marinkovic afirmó:

“Una juntucha de la vieja política no es la solución al desastre que dejarán el MAS, sus cómplices en la ‘oposición’ y quienes se hacen llamar líderes”.

Además, recordó acuerdos similares en el pasado que, en su opinión, terminaron en fracasos electorales y engaños al pueblo boliviano.

Respuesta desde el oficialismo

Desde el gobierno, las críticas fueron igual de contundentes. El ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca, calificó a los firmantes del acuerdo como “cadáveres políticos” que buscan recuperar protagonismo sin aportar soluciones reales al país. Según Huanca, estas figuras “han demostrado que priorizan sus propios intereses sobre el bienestar del pueblo boliviano”.

Por su parte, el ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, señaló que la unidad anunciada es una farsa, aludiendo a las profundas diferencias ideológicas entre sus integrantes:

“Estos señores quieren engañar al pueblo. ¿Cómo puede Tuto Quiroga, que nunca ha sido de izquierda, ahora pretender que es parte de esa corriente? Esto no es más que hipocresía”, declaró en conferencia de prensa.

El polémico acuerdo

El pacto, firmado en el hotel Europa, busca consolidar una candidatura única para las elecciones generales de 2025. Establece que los líderes que promuevan una precandidatura deberán renunciar a sus aspiraciones si otro integrante demuestra mayor intención de voto.

Sin embargo, la viabilidad del acuerdo fue puesta en duda por opositores y analistas políticos. Marinkovic recordó el precedente de las elecciones de 2019, cuando un pacto similar no solo fracasó, sino que dejó a la oposición fragmentada y sin liderazgo claro:

“Todos sabemos que esta unidad no va a funcionar. En 2019 hicieron lo mismo, se sacaron la misma foto y le mintieron a los bolivianos”, expresó.

Mientras Mesa y Quiroga representan una postura más centrista y próxima a la izquierda moderada, Doria Medina y Camacho se sitúan en la derecha tradicional, lo que pone en evidencia las diferencias que podrían dificultar la cohesión del grupo.

El panorama político de cara a 2025 se perfila como un escenario complejo, con una oposición fragmentada y un oficialismo fortalecido por las divisiones internas de sus adversarios.