Escena de "Los viejos soldados"
‘Los viejos soldados’ el último film de Sanjinés estará en los cines de todo el país el 29 de febrero
La última producción del cineasta boliviano Jorge Sanjinés
(La Paz, 1936) retrata un escenario de desencuentros entre soldados bolivianos
y paraguayos, en medio de “una guerra que no debió ser” y diferencias de clase
marcadas. El filme ‘Los viejos soldados’ se estrenará en cines nacionales este
29 de febrero.
El pasaje de la historia boliviana que Sanjinés eligió para
su última producción cinematográfica es la Guerra del Chaco (1932 – 1935),
destacado -como suele ser característico en sus contenidos- reflexiones en el
ámbito social en cuanto a las clases, la educación y las aspiraciones de las
personas de la época; muchas de las cuales persisten hasta hoy.
El director de fotografía fílmica, César Pérez, destaca el
carácter profundo reflejado en las historias plasmadas en esta cinta, que tuvo
su estreno mundial en el 43 Festival Internacional del Nuevo Cine
Latinoamericano de La Habana, Cuba, en diciembre de 2022, y fue galardonada en
el pasado XIII Festival Internacional de Cine de Santa Cruz FENAVID, donde la
película recibió el Premio del Público a la mejor película.
“Sabemos hoy que esa guerra fue injusta, porque fue por
intereses de dos transnacionales, la petrolera norteamericana Standard Oil que
operaba en Bolivia y la anglo-holandesa Royal Dutch Shell que promovía sus
intereses por el ‘oro negro’ desde el lado paraguayo. La pretensión era nuestro
territorio donde estaban los yacimientos petrolíferos. Esa era la razón de
fondo, la ‘sin razón’, en todo caso”, contextualiza Pérez.
En el filme, se evidencia la falta de preparación con la que
se enviaba a muchos soldados bolivianos a la línea de batalla. Además de ropa
inadecuada y la inadaptabilidad a los climas extremos que aún hoy son severos
en el área del Chaco; todo ello sin mencionar que varios combatientes ni
siquiera hablaban español.
“Sebastián, uno de los personajes principales, es de origen
aimara, casi no sabe castellano y lo reclutan asaltando su comunidad en el
momento en que él se estaba casando. Estaba con su novia, viene el ejército y
lo capturan. En cambio, Guillermo, otro personaje central, pertenecía a la
clase alta, pero era soldado. Un ‘señorito soldado’. Estas dos diferencias
señalan los desencuentros que había en el país para abordar un problema de esta
naturaleza. Ese es el punto central de la historia, y la diferencia con las
otras (historias) que no tratan eso. En ese aspecto, sí se tocan aspectos muy
delicados dentro del área boliviana, y son asuntos que indican que el país no
estaba integrado por razones de intereses sociales que hasta hoy los tenemos”,
destaca.
Pérez relata algunos de los ‘momentos muy crueles’ que se
reflejan en la cinta, como una forma de revivir la historia nacional ‘casi de
primera mano’.
“Un soldado que se dispara de casualidad, porque nunca antes había utilizado armas. Se dispara y se hiere en la pierna. Lo acusan de sabotaje y lo ejecutan. Como él no hablaba castellano dice ‘no, se ha salido el fuego’. Eso es lo que le quería decir, pero no le escuchaban y lo mandaron al paredón. Momentos muy críticos y dolorosos hay en el filme”, afirma.
En medio del combate Sebastián y Guillermo cultivan una
amistad que perdura con el tiempo, incluso ambos habiendo cambiado sus
ocupaciones y ‘status’ de forma voluntaria.
“En medio de la Guerra del Chaco, Guillermo, un joven
burgués, salva de morir a Sebastián, un campesino aimara. Con el tiempo, forjan
una amistad. Guillermo se rebela contra su coronel por un comportamiento
racista, es juzgado y condenado a la pena de muerte. Guillermo es ayudado a
escapar y Sebastián lo acompaña en la huida en medio del Chaco boliviano.
Durante el escape, se enfrentarán a las más duras condiciones del lugar, casi
llegando a morir por falta de agua. Al llegar a una población, se separan yéndose
por caminos opuestos y prometen volver a encontrarse”, relata la sinopsis
oficial.
A propósito del filme, el director explica: ‘Los viejos
Soldados’ trata del desencuentro en nuestra sociedad boliviana. Desencuentro
entre la ciudad y el mundo rural; desencuentro entre habitantes originarios y
descendientes blancos y mestizos de los invasores españoles del siglo XVI;
desencuentro de culturas, de cosmovisiones, de modos y maneras de ver la
Naturaleza, de componer la sociedad. Unos al modo occidental, los otros a su
manera ancestral, unos priorizando el yo, otros pensándose primero nosotros,
después yo.
Creo que es el desafío máximo que enfrenta hoy la sociedad
boliviana. Si ese desencuentro no se resuelve, podría generar un enfrentamiento
feroz. Por eso es importante comprender ese desencuentro, escarbar en su
origen, en su equívoco, en su peligro.
La película que realizamos intenta generar una honda reflexión sobre ese fenómeno pernicioso que tiene profundas raíces, tal vez tan inmensas que no sea posible desentrañarlas y contenerlas, pero es ineludible intentar sembrar luces, convocar a la fantasía y al amor para resolver ese peligro que acecha si no se lo encara.
Creo que es el desafío máximo que enfrenta hoy la sociedad boliviana. Si ese desencuentro no se resuelve, podría generar un enfrentamiento feroz. Por eso es importante comprender ese desencuentro, escarbar en su origen, en su equívoco, en su peligro.
La película que realizamos intenta generar una honda
reflexión sobre ese fenómeno pernicioso que tiene profundas raíces, tal vez tan
inmensas que no sea posible desentrañarlas y contenerlas, pero es ineludible
intentar sembrar luces, convocar a la fantasía y al amor para resolver ese
peligro que acecha si no se lo encara.