Asalto a la embajada mexicana en Quito

¡Al carajo el Derecho Internacional!: Noboa ordena asaltar embajada mexicana en Quito y AMLO instruye romper relaciones

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, acaba de desafiar de manera clara y contundente a su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador. La policía ecuatoriana asaltó la noche de este viernes con carros blindados y agentes enmascarados la Embajada de México en Quito y se llevó a la fuerza al ex vicepresidente Jorge Glas, que horas antes había recibido asilo político del Gobierno de López Obrador. Glas, mano derecha de Rafael Correa, fue en su día uno de los políticos más poderosos de Ecuador y el correísmo llegó a pensar en él como candidato a las últimas elecciones presidenciales del año pasado que precisamente ganó Noboa. En las siguientes horas debía recibir un salvoconducto de las autoridades ecuatorianas que le permitiera volar a Ciudad de México, pero en lugar de eso Noboa ordenó su captura inmediata. Los policías rompieron las rejas con cortafríos y zarandearon a un diplomático mexicano que trataba de impedir la violación del espacio consular, protegido por el derecho internacional. Los agentes se llevaron a Glas en una furgoneta negra con cristales tintados.

El presidente de México ha anunciado, casi de manera inmediata, la ruptura de las relaciones con Noboa, un joven empresario con apenas cinco meses en el poder que, sin embargo, goza ahora mismo de una alta popularidad por su mano dura contra las pandillas. “Se trata de una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México, por lo cual le he instruido a nuestra canciller que emita un comunicado sobre este hecho autoritario, proceda de manera legal y de inmediato declare la suspensión de relaciones diplomáticas con el gobierno de Ecuador”, ha escrito López Obrador en redes sociales. La secretaria de Relaciones Exteriores de mexicana, Alicia Bárcena, ha añadido que el derecho de asilo es sagrado y que confía todavía en que las autoridades ecuatorianas le entreguen a Glas un salvoconducto “cuanto antes”. De todos modos, ha pedido a todo su personal diplomático que abandone el país.

Glas, vicepresidente con Correa, llevaba refugiado en la embajada mexicana desde mediados de diciembre para evitar entrar en prisión de nuevo -ya cumplió cinco años- por dos casos de corrupción en los que se ha visto envuelto . El propio Correa se encuentra en Bélgica asilado por otra sentencia en su contra. El correísmo asegura que se tratan de dos casos de lawfare, la persecución judicial que ejercen los políticos gobernantes contra sus oponentes. En las últimas horas, México le había otorgado el estatus de refugiado a Glas y estaba a la espera de esa autorización especial que le permitiera abandonar el país. El Gobierno de Noboa se negó de forma tajante y adujo que era ilegal ese asilo diplomático. Su siguiente paso ha sido este, una clara violación del derecho internacional que tensiona al máximo la relación con México y seguramente con otros países de la región que no se sentirán cómodos con una medida de fuerza como esta.

Los dos protagonistas de este pulso diplomático no pueden ser más distintos. López Obrador lleva en cargos de elección popular toda la vida y ha pasado por varios partidos políticos de izquierdas hasta fundar el suyo propio y convertirlo en el mayoritario en México. La política en mayúsculas ha sido el motor de su vida. Noboa, hijo del empresario más rico del país, ni siquiera pensaba que podía ganar las elecciones presidenciales hace medio año, pero una serie de sucesos en campaña, como el asesinato del candidato Fernando Villavicencio, crearon un clima favorable en torno a él que le catapultó hasta el sillón de mando en Ecuador. En estos meses ha seguido las políticas de mano dura que tan buen resultado le han dado a Nayib Bukele en materia de seguridad contra las pandillas. Aunque hay algo que emparenta a Noboa y López Obrador: la gran popularidad que atesoran. El mexicano tiene muchas posibilidades de poner en su cargo a alguien de su confianza cuando se vaya este año y Noboa, si todo sigue por el mismo camino, volverá a ganar las elecciones en 2025. El correísmo querría llegar al poder para revisar los casos de Correa y Glas, pero ahora se interpone Noboa en ese camino.