Según contaron sus familiares en el mensaje, en el que pidieron que se respete "su intimidad en este momento de duelo extremadamente doloroso", la muerte se produjo "serenamente" en la casa que Delon tenía en Douchy, en el centro de Francia.

En 2019, el actor había sufrido un ataque vascular cerebral y desde entonces sus apariciones públicas habían sido contadas. Lo que más había trascendido en estos últimos años eran las desavenencias entre sus tres hijos, muy divididos sobre su estado de salud y la forma en que debía ser atendido.

Nacido en la ciudad de Sceaux en 1935, su infancia estuvo marcada por el divorcio de sus padres cuando tenía 4 años y el hecho de que se crió con una familia de adopción. Durante su adolescencia, empezó a formarse para trabajar como charcutero, hasta que a los 17 años decidió adelantar su servicio militar y se vio embarcado en la guerra de Indochina.

A su vuelta a Francia, empezó a hacer algunos trabajos y fue entonces cuando el actor Jean-Claude Brialy lo descubrió y lo llevó al Festival de Cannes, donde recibió las primeras propuestas.

Su estreno lo hizo de la mano del director Yves Allégret en 1957 en Envía a una mujer cuando el diablo falla. Aunque su carrera cinematográfica se extendió durante seis décadas, los papeles más emblemáticos, y los que le catapultaron a la fama, los hizo en las décadas de 1960 y 1970, en películas como A pleno sol de René Clément (1960), en el papel de Tom Ripley, y El otro señor Klein de Joseph Losey (1976).

En esos años trabajó con algunos de los directores de mayor prestigio de la época, no solo Clément y Losey sino también Luchino Visconti (Rocco y sus hermanos, con Annie Girardot en el reparto, y más tarde El gatopardo), Michelangelo Antonioni (El eclipse, junto a la actriz Monica Vitti), y Henri Verneuil (Gran jugada en la Costa Azul, con Jean Gabin).

Uno de los cineastas más importantes en su carrera fue Jean-Pierre Melville, quien lo dirigió en clásicos como El samurai (1967) y El círculo rojo (1970).

Mensajes de despedida

Este domingo, las redes sociales se fueron colmando de mensajes de despedida. Uno de los primeros fue el del presidente francés, Emmanuel Macron, quien mencionó a Delon como un "monumento francés".

“Señor Klein o Rocco, el ‘Guepardo’ o el ‘Samurái’, Alain Delon desempeñó papeles legendarios e hizo soñar al mundo. Prestó su rostro inolvidable para poner nuestras vidas patas arriba. Melancólico, popular, secreto, era más que una estrella: era un monumento francés”, escribió Macron en su cuenta de X.

Jack Lang, exministro de Cultura durante la presidencia del socialista François Mitterrand, recordó en diálogo con radio France Info la gran amistad que tenía con Delon, a quien describió como un "inmenso actor", y el homenaje que se le había organizado en el Festival de Cannes cuando estaba al frente del Ministerio.Fue "un león majestuoso, un actor de mirada de acero, lo concebió todo y lo controló todo menos su final", dijo, por su parte, el expresidente del Festival de Cannes, Gilles Jacob.