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Inclusión financiera: particularidades que hacen la diferencia
En pasados días Credicorp publicó
el “Índice de inclusión financiera” en el cual, el capítulo referido a nuestro
país, afirmando que, si bien nuestro país dejó el último puesto alcanzado en
las tres versiones anteriores y se posiciona encima de México debido a sus
avances en las dimensiones de acceso, uso y calidad percibida, presenta un
puntaje bajo en cuanto al uso del sistema financiero, con un promedio por
debajo del regional.
Es importante mencionar que
uno de los aspectos que no es contemplado en el análisis del citado índice, está
referido a las características que tiene el sistema financiero nacional
respecto a los países comparados en la citada publicación, aspectos que si
fueran considerados mejoraría significativamente la posición de nuestro país en
materia de inclusión financiera.
El sistema financiero
boliviano, reconocido a nivel internacional por ser pionero en las microfinanzas,
no solamente lo conforman los Bancos Múltiples, que son el objeto de estudio
por parte de Credicorp, también son parte, otro tipo de entidades financieras
reconocidas por la Ley de Servicios Financieros, como ser: bancos de desarrollo
productivo, bancos pymes e Instituciones Financieras de Desarrollo (IFD), por
citar algunas, que se enfocan en segmentos que no son atendidos por los bancos múltiples.
Los segmentos de atención
son las pequeñas empresas, agricultores del área rural y otros sectores que
requieren productos financieros diferenciados y con características adecuadas a
su actividad económica, contemplando tasas de interés reguladas, periodos de
prorroga y de gracia, así como el pago de cuotas que se adecuan al ciclo de
producción de cada sector.
Las IFD otorgan créditos a través de la Banca Comunal, conformada por un grupo de personas que solicitan créditos para sus pequeños
emprendimientos, en la cual cada persona que participa debe contar con una
actividad económica independiente. Este tipo de financiamiento se enfoca en las
personas que no pueden acceder a créditos de manera particular, y que solo
pueden hacerlo de manera colectiva, propiciando el desarrollo humano y
económico de segmentos que tradicionalmente no se beneficiaban de los servicios
financieros.
Los resultados alcanzados
muestran la efectividad de la inclusión en el sistema financiero nacional. En
el caso del acceso, en la pasada gestión, la cartera de créditos registró un
incremento del 4%, más de 6 mil
nuevos prestatarios en 2024, destacando el crecimiento de los créditos al
sector productivo, que aumentaron en un 7%.
Es importante recordar que se han identificado sectores prioritarios que se benefician
con tasas de interés reguladas, lo que ha permitido el acceso al crédito de
sectores que en décadas pasadas no podían obtener financiamiento.
La apertura de cuentas
bancarias alcanzó una cifra récord en 2024, con 1,3 millones de nuevas cuentas, lo que representa un incremento
del 8,3% con relación a la
gestión 2023. Así, a diciembre de 2024, el sistema financiero registró más de 16,3 millones de cuentas activas,
evidenciando que cada vez más personas acceden y utilizan los servicios
financieros.
La cobertura de servicios
financieros se ha triplicado, alcanzando, al cierre de 2024 un total de 321 municipios de los 339 existentes en el país. Esto
significa que el 95% de los
municipios cuenta con servicios financieros, facilitando el acceso y uso de
estos, especialmente en el área rural.
Los fondos de garantía y
otros mecanismos de financiamiento facilitaron más de 53.000 operaciones, beneficiando a jóvenes, emprendedores,
sectores gremiales y personas que buscaban adquirir una vivienda propia,
alcanzando a más de 101.806 familias
bolivianas que cuentan con un techo propio, al cierre de 2024. El Fondo de Crédito Emprende Bolivia (FOCREB),
creado el 2024, impulsó el emprendimiento juvenil y benefició a 146 jóvenes con más de 9 millones de bolivianos. Estos
programas forman parte del cumplimiento de la función social de los servicios
financieros y son un ejemplo tangible de cómo el sistema financiero contribuye
al desarrollo de una economía más inclusiva y resiliente.
En el caso del uso, las
operaciones de pago inmediato (QR) crecieron 147% en valor y en 185% en número
de operaciones, a su vez que los depósitos se incrementaron en un 5,2% durante la
pasada gestión con relación al 2023.
Con relación a la calidad percibida,
que contempla aspectos como la confianza y la calidad de los servicios
financieros, en nuestro país se realiza anualmente la Encuesta Nacional de
Servicios Financieros, el 2024 fue la décima versión, para medir los índices de
satisfacción de los consumidores y la percepción sobre el cumplimiento de la
función social de las entidades financieras, cuyos resultados posibilitan la
aplicación de diferentes medidas en favor del consumidor financiero y la
población en general.
Las particularidades de la
población boliviana han impulsado a las Entidades de Intermediación Financiera a
generar diferentes productos y servicios financieros, para segmentos desatendidos
de la población, viabilizando de esta manera el acceso y uso de los mismos. Las
características únicas de los bolivianos y su actividad económica marcan la diferencia
del sistema financiero boliviano con relación a otros países de la región.
Gustavo Gómez es economista.