Productores que forman parte la Confederación Agropecuaria Nacional (Confeagro) sostuvieron una reunión de emergencia este lunes en Oruro en donde se resolvió “que se debe declarar un estado de desastre, de emergencia”, informó José Luis Farah, presidente de esta institución.

Después de recibir los informes y escuchar a los actores de cada región, fue que se tomó la decisión y más cuando en el altiplano se está sufriendo tremendamente por la falta de agua lo que provoca una escasez para las familias bolivianas y también para sus animales.

Dentro de las determinaciones, Farah informó que también se dio un planteamiento para el acercamiento con el Estado y la ejecución de proyectos a corto plazo para el próximo año no se tenga una situación similar a la que se vive actualmente por la falta de lluvias.

“Uno fue el tema de la semilla mejorada, donde planteemos cómo podemos producir más y mejor en la misma cantidad de terreno y donde abastezcamos con productos a todas las familias bolivianas”, dijo Farah.

El tercer y último punto fue el tema de riego. Y allí existe el compromiso de trabajar en tecnificación, perforación de pozos, en el tema de cosecha de agua y también aprovechar las épocas de lluvia, donde eso es recurrente en todo el país.

De acuerdo a datos del Viceministerio de Defensa Civil, el número de municipios afectados por la sequía en el país, se incrementó de 133 a 144.

A esto se suma que, en lo que va de la emergencia, 200.971 familias están damnificadas por la crisis hídrica por lo que a nivel nacional está funcionando el Consejo Nacional para la Reducción de Riesgos y Atención de Desastres y/o Emergencias (Conarade).