En una evaluación de los daños provocados por las lluvias en las últimas semanas, el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, informó que más de 15 mil familias resultaron damnificadas en Bolivia. Se identificaron 227 comunidades afectadas, con un total de 9,924 familias afectadas y 5,916 damnificadas. El departamento de La Paz fue el más golpeado, con 786 viviendas totalmente destruidas. Además, se registraron 40 víctimas fatales en diferentes circunstancias, relacionadas con la crecida de ríos y la caída de mazamorra.

El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) emitió alertas naranjas y rojas por posibles desbordes de ríos. Calvimontes hizo un llamado a los gobiernos departamentales para mantener activos los mecanismos de monitoreo y atención. Destacó la importancia de activar estos mecanismos para no solo ayudar a la población afectada en ese momento, sino también para permitir que el nivel central pueda activar sus propios mecanismos de apoyo.

La situación se agrava en La Paz, Potosí y Cochabamba, donde las lluvias han dejado un rastro significativo de destrucción, y la coordinación activa entre los gobiernos locales y el nivel central se presenta como crucial para brindar asistencia eficaz a las comunidades damnificadas.