El alcalde de La Paz, Iván Arias Durán, ha rechazado la idea de declarar una alerta roja en la ciudad, argumentando que no es apropiado según la situación actual. En una inspección realizada el lunes en Jinchupalla, donde ocurrió un deslizamiento el viernes pasado, el alcalde explicó que la alerta roja se activa cuando el gobierno municipal no puede hacer frente a la situación por sí solo y requiere ayuda externa, lo cual no es el caso en este momento.

En lugar de eso, la Alcaldía ha emitido una alerta naranja y está dedicando recursos y maquinaria para abordar áreas críticas como la Avenida Gamarra, la Periférica, Avenida del Poeta, San Isidro y Alto Rosales en la zona Sur, donde se han presentado mayores problemas.

El deslizamiento en Jinchupalla afectó vehículos y viviendas, pero el alcalde Arias considera que es algo normal durante la temporada de lluvias y pidió calma a los residentes, a pesar de las preocupaciones expresadas por algunos vecinos.

Los Bomberos informaron que una persona fue evacuada de una de las viviendas afectadas y trasladada a un centro médico para recibir atención. La lluvia ha interrumpido temporalmente las operaciones de limpieza de la Alcaldía, según el secretario de Riesgos, Juan Pablo Palma, quien aseguró que la situación está bajo control.

Respecto a las críticas sobre la presencia de personal de las Fuerzas Armadas en la zona, Arias descartó la idea de disculparse, argumentando que no era necesario y que quien debía hacerlo era la persona que solicitó la intervención militar. Por otro lado, el viceministro Juan Carlos Calvimontes expresó su descontento por la supuesta expulsión de voluntarios del SAR FAB de Jinchupalla y espera una disculpa del alcalde hacia las Fuerzas Armadas.