El presidente de Bolivia, Luis Arce, reconoció en su mensaje a la nación del martes que uno de los temas pendientes en su gobierno, a mitad de su mandato de cinco años, es la reforma judicial. Enfatizó que este es un tema muy complejo de resolver y que se arrastra desde el nacimiento del país. Para lograr una transformación efectiva, convocó a un "compromiso nacional" que trascienda las próximas elecciones judiciales de este año y que incluya una participación activa del pueblo.

Arce subrayó que se requieren cambios profundos en la formación de administradores de justicia, asegurando la independencia de la carrera judicial. Además, destaque la necesidad de modernización y gobierno electrónico para acompañar este cambio, con transparencia y control social para garantizar su eficacia.

El presidente explicó que la modernización y el gobierno electrónico son medidas clave para lograr resultados positivos, pero que también se necesita un nuevo modelo de gestión de conflictos basado en la transparencia y el control social de la administración de justicia. Esto incluye la automatización de procesos y procedimientos para dar mayor celeridad a los casos, así como un control y fiscalización adecuada que aseguren el cumplimiento estricto de las normas y plazos por parte de los jueces.