Carta de arce al papa debe marcar un antes y un después sobre los abusos
La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, consideró este martes que la carta del presidente Luis Arce al papa Francisco, en torno a los casos de pederastia, marcará un antes y un después sobre la lucha contra casos de violación clerical a niñas y niños.
“Las acciones tienen que ser concretas y tienen que marcar un antes y un después en relación a estos delitos. Nosotros, como Gobierno… La carta que envía nuestro Presidente está orientada a lo que estamos haciendo, pensando en nuestras niñas y niños”, dijo la funcionaria en entrevista con Piedra, Papel y Tinta, de La Razón.
En su carta a Francisco, Arce pidió que la Justicia tenga acceso a la información de sacerdotes que cumplen misión en Bolivia y que cuenten con denuncias de por abuso sexual.
“Ningún sacerdote con antecedentes de abusos sexuales contra la niñez y adolescencia debe estar desempeñándose como educador o y espiritual en nuestro país”, dice parte de la carta, que fue leída por la misma ministra Prada.
Explicó en qué consiste ese proyecto de Ley de Lucha contra la Impunidad en Delitos Sexuales Contra Infantes, Niñas, Niños y Adolescentes.
Dijo que sus acciones contemplan un trabajo integral entre la Fiscalía General, la Procuraduría General del Estado y la Defensoría del Pueblo.
Prada indicó que el anteproyecto presentado a la Asamblea Legislativa busca, principalmente, la imprescriptibilidad de los delitos de abusos sexuales contra niñas, niños y adolescentes.
El 30 de abril, el periódico español El País publicó un reportaje llamado ‘Diario de un cura pederasta’. “Hice daño a mucha gente (¿85?), demasiada”, admite en él el sacerdote jesuita Alfonso Pedrajas.
Fallecido en 2009, este jesuita trabajó por muchos años en Bolivia, también en Ecuador, Perú y Bolivia. Fue director del colegio Juan XXIII de Cochabamba, donde abusó de decenas de niños.
Prada habló de los sacerdotes
Eso motivó una investigación en Bolivia, por la que se conoce de al menos seis sacerdotes de la Compañía de Jesús que fueron de violación sexual a niños, niñas y adolescentes; principalmente, en centros educativos y de acogida de la orden de la Iglesia Católica.
“Estos sacerdotes, violadores y delincuentes no pueden tener impunidad, y sus delitos no pueden ser encubiertos”, reclamó al titular de la Presidencia.
Esos hechos alcanzaron tal grado de indignación, que el propio presidente Arce dedicó un espacio de su mensaje presidencial por la mitad de su gestión a ese tema. Incluso, la misma Conferencia Episcopal Boliviana pidió perdón y se abrió a colaborar en las investigaciones.
“Pedir perdón es importante, es una acción que marca un primer paso en el reconocimiento del delito que se ha cometido. Las víctimas quieren justicia y el esclarecimiento de los hechos”, dijo Prada.
El Gobierno espera que el debate de esa propuesta legal “no tarde” en la Asamblea Legislativa. Prada consideró que su implementación es de suma importancia para garantizar la seguridad de los menores./ LA RAZÓN