Aunque la simplificación de trámites para la importación de combustibles ha sido bien recibida, la escasez de dólares sigue siendo un obstáculo significativo, según advierten los productores. Desde la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), su gerente general, Jaime Hernández, señaló que el acceso limitado a divisas es el principal desafío para implementar eficazmente esta política.

El Gobierno amplió recientemente, mediante el decreto 5313, de 1 a 3 años el periodo de autorización para que personas naturales o jurídicas privadas importen diésel y gasolina con fines de comercialización interna. Además, se simplificaron los requisitos, eliminando la necesidad de homologación del certificado de calidad por el Instituto Boliviano de Normalización y Calidad (Ibnorca). Ahora basta con presentarlo ante la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), y las certificaciones de calibración pueden ser realizadas por instituciones distintas al Instituto Boliviano de Metrología (Ibmetro).

El viceministro de Industrialización, Comercialización, Transporte y Almacenaje de Hidrocarburos, Adams Hurtado, destacó que la norma busca facilitar y agilizar las gestiones de importación. Hasta la fecha, 36 empresas han sido autorizadas para importar más de 25 millones de litros de diésel.

Hernández subrayó que quienes tengan acceso a divisas podrán beneficiarse de esta alternativa para asegurar su suministro de combustible. No obstante, enfatizó que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) debe cumplir su función de garantizar el abastecimiento de diésel para la producción de granos.

Por su parte, Klaus Frerking, vicepresidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), instó al Gobierno a eliminar por completo la burocracia en la importación de combustibles. "Esperamos que se acabe la burocracia, ya que afecta a todos. Lo que necesitamos es que haya combustible disponible cuando los productores inicien la cosecha. Si nos brindan esa certeza, podremos continuar con la producción", afirmó Frerking.