¿Cómo Frida Kahlo se convirtió en un ícono cultural mundial?

Este 6 de julio es el aniversario del natalicio hace 116 años de la artista mexicana Frida Kahlo, un nuevo ícono global.

Frida Kahlo, la mexicana símbolo del surrealismo mexicano, aunque ella siempre negara tal condición, nació el 6 de julio de 1907 en el seno de una familia de artistas, con lo cual cabría suponer que Frida acabaría por convertirse en una de las pintoras famosas de la historia y un referente social y cultural de México y fuera de sus fronteras.

Casi todos los especialistas coinciden en que la obra de la pintora mexicana triunfó porque representa como pocas las reivindicaciones del feminismo, la defensa de lo indígena y la diversidad sexual.

En México y fuera de él, es posible encontrar a la Kahlo en muchos sitios: en cuadros y reproducciones, en museos, películas y folletos de arte, también en camisetas, bolsos y souvenirs turísticos.

Según la sobrina nieta de Frida y también fotógrafa, Cristina Khalo, la imagen de su tía abuela ha ganado popularidad porque se ha convertido en expresión de “la fuerza interna de las mujeres” y el hecho de tener, sobre todo, una obra autobiográfica.

Algunas de esas características serían, en resumen: la utilización del autorretrato, la utilización de colores típicos del arte mexicano, su vinculación al feminismo y  la liberación de la mujer y su lucha particular por emerger frente a las dificultades que les tocó vivir.

El rostro de la artista mexicana, con sus características cejas pobladas y sus trenzas negras arremolinadas sobre la cabeza, se ha vuelto, desde hace años, en un verdadero ícono global.

Una característica fundamental de la obra de Frida es el propio rostro de la artista, es decir, su autorretrato. Sin él, el éxito de Kahlo es impensable.

Sus cuadros más famosos, como son ”Las dos Fridas”, “La columna rota”, “Diego en mi pensamiento”, entre otros; la tienen a ella misma como protagonista. Los admiradores de Kahlo en lugar de buscar “naturalezas muertas'', representaciones o retratos de otras personas, buscan el autorretrato.

La imagen de Frida, con sus rasgos marcados y sus adornos de flores, todo pintado en base a colores intensos y alegres, han dotado al arte mexicano de una estética muy propia, inconfundible.

El auge de movimientos sociales como el feminismo contribuyó luego al redescubrimiento de la artista. La lucha por los derechos de la mujer descubrió en Frida Kahlo a un estandarte de una fuerza única.

Y lo hizo, tanto por sus representaciones de una belleza vista antes como marginal, como por una obra en la que la pintora aborda, de manera abierta, su sufrimiento, por sus constantes problemas de salud y las infidelidades de Diego Rivera.

Resulta importante resaltar que Frida Kahlo enfermó de poliomielitis de niña y tenía una pierna más corta, y en su juventud sufrió un grave accidente que le dejó varias lesiones, entre ellas una en la espina dorsal que la postró en cama durante mucho tiempo.

La obra de Frida Kahlo ya tiene un lugar muy claro y muy bien definido dentro de la Historia del Arte Mexicano,  de la misma forma que su obra y su persona son reconocidas mundialmente.