Crece tensión política en Argentina en vísperas del paro general del próximo miércoles; la primera pulseta
La tensión política que enfrenta Argentina desde que asumió
el presidente Javier Milei se intensificó este jueves luego de que el vocero
presidencial, Manuel Adorni, anunciara que el Gobierno les descontará el sueldo
a los empleados estatales que participen en el paro nacional convocado por la
Confederación General de Trabajadores (CGT) para el próximo miércoles 24 de
enero.
"Se ha tomado la decisión de descontar a todos los
empleados estatales nacionales. El salario es una contraprestación y, quien no
trabaja, es razonable que no cobre", amenazó el funcionario en conferencia
de prensa.
También criticó la movilización al señalar que al Gobierno
todavía no le queda claro cuál es el reclamo de los gremios, y reiteró que las
autoridades ya pusieron a disposición una línea telefónica para que los
trabajadores que sean "extorsionados" para sumarse a la protesta
denuncien a los responsables.
"No existe razón para el paro, las razones son casi
infantiles, no lo entendemos", dijo al anticipar que en los próximos días
"habrá novedades" de las medidas que tomará el Gobierno en contra de
la movilización para proteger a "la gente de bien".
En respuesta, el secretario general de la Asociación de
Trabajadores del Estado, Rodolfo Aguiar, recordó que el paro es responsabilidad
exclusiva del Gobierno por las políticas que ha tomado y que han empobrecido en
tiempo récord a la mayor parte de la población.
"Vos también podrías parar, pero de decir
burradas", le recriminó al vocero presidencial luego de repudiar las
amenazas de descuentos salariales que afectan el legítimo derecho a huelga.
Crispación
La CGT convocó al paro general en protesta por el Decreto de
Necesidad y Urgencia (DNU) y la 'ley ómnibus' que presentó el presidente y que,
en conjunto, reforman por completo las normas que regían en el país
sudamericano.
En lo particular, impugnan la reforma laboral que precariza
las condiciones de trabajo, facilita despidos, elimina indemnizaciones, limita
el derecho a huelga y perjudica a miles de empleados tanto del sector público
como privado.
El paro general incluirá una movilización en el centro de
Buenos Aires que también ya fue amenazada con una represión por parte de la
ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien advirtió que aplicarán el
protocolo que evita el cierre de calles y que, de manera inédita, les cobra a
las organizaciones los costos de los operativos policiales.
La jornada de lucha ya recibió adhesiones internacionales,
entre las que destaca la Intersindical de Francia, que se movilizará ese día a
la embajada de Argentina en París para solidarizarse con los gremios del país
sudamericano.
Además, colectivos sociales, de derechos humanos,
estudiantiles, de pequeños y medianos empresarios, feministas, escritores,
actrices y actores, ambientalistas y científicos, entre otros, ya confirmaron
su participación en la marcha.