El Conflicto entre Musk y OpenAI: El abandono de la misión original

Elon Musk ha iniciado acciones legales contra OpenAI y Sam Altman debido a su creencia de que la organización ya no persigue el objetivo de promover el bienestar humano. Musk alega que OpenAI, la incubadora detrás de ChatGPT, ha abandonado su compromiso inicial de desarrollar inteligencia artificial sin fines de lucro al asociarse con Microsoft. Musk argumenta que esta asociación compromete la misión original de OpenAI y la convierte en una extensión cerrada de Microsoft, en lugar de trabajar en beneficio de la humanidad como se pretendía originalmente. La demanda señala que OpenAI ahora se enfoca en maximizar los beneficios para Microsoft en lugar de priorizar el desarrollo de una IA que beneficie a la humanidad. Además, el equipo legal de Musk señala que OpenAI ha mantenido en secreto el desarrollo de su modelo más avanzado, GPT-4, lo que sugiere una falta de transparencia en sus operaciones. Citan a Satya Nadella, CEO de Microsoft, quien insinuó que la empresa no dependería de OpenAI para avanzar en inteligencia artificial, lo que refuerza la creencia de Musk de que OpenAI ha perdido su independencia y su enfoque original en el bienestar humano.

Origen de OpenAI

Elon Musk fue uno de los fundadores de OpenAI, que nació en 2015 como una organización sin ánimo de lucro que perseguía contribuir al desarrollo científico de la IA. El dueño de Tesla, SpaceX o X (la antigua Twitter) aportó 50 millones de dólares de su fortuna personal para que echara a andar.

Extraoficialmente, OpenAI fue el intento de Musk y otros pesos pesados de Silicon Valley, como Peter Thiel, uno de los primeros inversores en Facebook y fundador de Palantir, de tratar de hacer frente a la supremacía que por aquel entonces tenía Google en el desarrollo de esta tecnología. Uno de los detonantes necesarios para el surgimiento de OpenAI, cuyo nombre fue idea de Musk, fue cuando Google compró en 2014 DeepMind, uno de los laboratorios más punteros del mundo en aprendizaje profundo, la técnica de IA más potente. “Musk estaba profundamente preocupado por ello. Creía (y sigue creyendo) que en manos de una empresa privada y con ánimo de lucro como Google, la inteligencia artificial supone un peligro para la humanidad”, explicita el texto de la demanda.

Fue el propio Musk quien puso a Altman al frente de OpenAI. Aunque esa relación se truncó pocos años después: abandonó la organización en 2018, en la que ha sido una de las mayores equivocaciones de su carrera, según ha reconocido. Ya fuera de OpenAI, impulsó una carta pidiendo una moratoria de seis meses en la investigación de IA y, mientras tanto, desarrolló su propio proyecto, xAI, con el que presentó a finales del año pasado Grok, su alternativa a ChatGPT.

Altman, por su parte, se ha convertido en la cabeza visible de la revolución de la IA generativa, abanderada en buena medida por su compañía. El ejecutivo fue despedido de forma fulminante el año pasado por la junta de accionistas de OpenAI. Sin embargo, tras las presiones del personal, que incluso amenazó con irse en masa a Microsoft, fue restituido en el cargo en menos de una semana.

ChatGPT es una de las aplicaciones más exitosas de la historia. Lanzada en noviembre de 2022, consiguió 100 millones de usuarios en dos meses, una marca nunca antes vista, y hoy tiene en torno a 200 millones de usuarios. Su irrupción provocó una carrera en el sector tecnológico por liderar la llamada IA generativa. Microsoft no tardó en asociarse con la propia OpenAI, en una alianza que todavía están examinando las autoridades de competencia de EE UU y la UE, mientras que Google se reorganizó internamente para acelerar el lanzamiento de herramientas apoyadas en la IA.

Elon Musk fue uno de los cofundadores de OpenAI, establecida en 2015 como una entidad sin fines de lucro dedicada a contribuir al progreso científico en el campo de la inteligencia artificial. El propietario de Tesla, SpaceX, y X (anteriormente conocida como Twitter) proporcionó una inversión inicial de 50 millones de dólares de su propia fortuna para su lanzamiento.

OpenAI surgió extraoficialmente como un esfuerzo de Musk y otros influyentes de Silicon Valley, como Peter Thiel, uno de los primeros inversores en Facebook y fundador de Palantir, para contrarrestar la dominancia que Google tenía en el desarrollo de esta tecnología. La adquisición por parte de Google de DeepMind en 2014, uno de los líderes en aprendizaje profundo en el mundo, fue uno de los catalizadores clave que llevó a la creación de OpenAI, un nombre propuesto por Musk, quien estaba preocupado por el control privado y con fines de lucro de la inteligencia artificial.

Musk designó a Altman como líder de OpenAI, pero su relación se desgastó y Musk dejó la organización en 2018, lo que considera uno de sus errores profesionales más significativos. Después de salir de OpenAI, abogó por una moratoria de seis meses en la investigación de IA y lanzó su propio proyecto, xAI, presentando Grok como alternativa a ChatGPT a finales del año pasado.

Altman se ha convertido en la figura principal en la promoción de la revolución de la inteligencia artificial generativa, un movimiento que ha sido en gran medida respaldado por su empresa. A pesar de ser despedido abruptamente por la junta de accionistas de OpenAI el año pasado, fue reinstalado en menos de una semana debido a la presión del personal, que amenazó con renunciar en masa y dirigirse a Microsoft.

ChatGPT ha sido una de las aplicaciones más exitosas en la historia reciente. Lanzada en noviembre de 2022, alcanzó los 100 millones de usuarios en dos meses, una hazaña sin precedentes, y hoy en día cuenta con alrededor de 200 millones de usuarios. Su aparición desencadenó una competencia en el sector tecnológico por liderar la innovación en inteligencia artificial generativa. Microsoft rápidamente se asoció con OpenAI, una alianza que aún está bajo revisión por las autoridades de competencia en los Estados Unidos y la Unión Europea, mientras que Google reorganizó sus operaciones internas para impulsar el desarrollo de herramientas respaldadas por IA.