En medio de protestas y encendidos debates, partidarios de Milei aprobaron la reforma Fiscal; “Ley Gases” la denomina la oposición
En medio de amenazas, cambio de votos por cargos y represión
a los manifestantes en las afueras del Congreso argentino, el gobierno de
Javier Milei logró la aprobación en
general de la ley Bases en el Senado, aunque con modificaciones en el RIGI, las
privatizaciones y la continuidad de la moratoria previsional. La votación
terminó 36 a 36 y la que desempató fue la vicepresidenta Victoria Villarruel,
que justificó voto y la represión callejera. A continuación, comenzó el
tratamiento en particular del extenso articulado. Más allá de eso, los
proyectos deberán volver a la Cámara de Diputados, donde el oficialismo podrá
insistir con su versión original. Javier Milei, mientras tanto, tenía que
subirse al ARG 01 para participar del G7, pero decidió demorar la partida para
poder viajar con la sesión resuelta.
Con una sonrisa de oreja a oreja lo hizo como si se tratara
de una revancha luego que fuera corrida de gran parte de las negociaciones por
la Casa Rosada. Antes de anunciar su voto, la vicepresidenta libertaria
Victoria Villarruel dio un discurso, no permitido por reglamento, donde afirmó
que apoyaba el proyecto "por esos argentinos que sufren, que esperan, que
no quieren ver a sus hijos irse del país, para esos argentinos que merecen
recuperar el orgullo de ser argentinos". En tanto los senadores de la oposición quisieron
impedir que hable. "Si quiere hablar se puede postular como
senadora", le gritó Anabel Fernández Sagasti de UxP.
La facultades delegadas finalmente salieron a favor del
gobierno. Gadano y Carambia, después de votar en general, se fueron del
recinto. Blanco, que se esperaba que vote en contra de las facultades
delegadas, votó a favor. Lousteau y Abad, tal como habían adelantado, votaron
en contra. La votación quedó 35 a 35 y volvió a desempatar Villarruel. En los
palcos, miraba con atención el vicejefe de gabinete, José Rolandi. Uno de los
principales negociadores durante los últimos meses.
La jornada fue intensa. Por la tarde los senadores caminaban
por los pasillos de la Cámara Alta tapándose la cara con pañuelos o algunos
hasta llevaban lentes y barbijos. Los gases lacrimógenos de la represión en las
puertas del Congreso llegaron hasta el recinto. "Es como si se hubiera
normalizado que las extorsiones que han recibido muchos senadores fueran
normales. No es normal", dijo la senadora Juliana Di Tullio durante su
intervención haciendo referencia al cambio de voto que realizó la senadora
neuquina Lucila Crexell por la embajada de la Unesco en Francia.
"Tampoco es normal lo que sucedió en la calle. Mi
solidaridad con los diputados que fueron reprimidos abiertamente por la
policía", subrayó y continuó: "Una senadora, que no es de mi bloque,
hoy sufrió una intimidación a su familia. La senadora Gadano. Esto tampoco es
normal". Por último indicó: "Sentimos que no es que nos están
pidiendo herramientas. Nos están extorsionando para que le votemos herramientas
a un presidente que quiere destruir el Estado".
El martes los dos senadores de Santa Cruz habían hecho
tambalear la sesión y hubo peligro de que el oficialismo no tenga quórum. Sin
embargo, el presidente de la UCR y el único senador que había presentado un
dictamen propio, Martín Lousteau, terminó por garantizar el quórum. Al tomar la
palabra, el radical anunció que iba a votar en contra y advirtió que el
proyecto tiene “más vicios que virtudes” y finalizó: “Ni máquina de impedir, ni
seguidismo bobo”.
Al principio de la sesión, y para evitar que se le caigan
varios capítulos, el presidente previsional del Senado, Bartolomé Abdala
anunció que el gobierno había concedido varios cambios luego de las
negociaciones con la oposición dialoguista. Dijo que en el artículo tres
incorporaría que no se podrán disolver los organismos vinculados a la cultura;
que en el artículo 6 incorporaría a la Comisión Nacional de Energía Atómica
(CNEA) como organismo excluido de la facultad de intervenir; que eliminarían de
las privatizaciones a Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino y Radio y
Televisión Argentina. Por último, el gobierno aceptó suprimir el capítulo que
eliminaba la moratoria previsional.
Más tarde, Abdala sumó nuevas modificaciones vinculadas al
RIGI. Aunque ninguna de fondo. Con poca claridad, informó que el régimen se
recortará a los siguientes sectores: Minería, Energía, Tecnología, Agroforestal
e infraestructura. También que habrá un plan de desarrollo para proveedores
locales con un compromiso de contratación de por, al menos, el 20 por ciento, y
las modificaciones en los plazos del artículo 196. "Los cobros de
exportaciones de productos del Proyecto Adherido al RIGI efectuados por los VPU
quedan exceptuados en los porcentajes descriptos a continuación de la
obligación de ingreso y/o negociación y liquidación en el mercado de
cambios". El 20 por ciento luego de transcurrido un año pasó a ser a dos,
el 40 por ciento pasó de dos a tres y el 100 por ciento pasó de 3 a 4. Los
legisladores de UxP se enteraban de los cambios en el mismo momento que Abdala
los anunciaba.
La jornada en el recinto estuvo marcada por la represión que
ordenó la ministra Patricia Bullrich y que, por la noche, fue celebrada por el
gobierno nacional. Cerca de las cuatro de la tarde, cuando los camiones
hidrantes y los gases lastimaban a los manifestantes, hubo varias detenciones
(ver aparte) fue por eso que el bloque de Unión por la Patria propuso crear una
comisión de senadores que salgan a ver qué ocurría en la plaza de los dos
congreso y Maximiliano Abad (UCR), Guadalupe Tagliaferri (PRO) y Flavio Fama
(UCR) estuvieron de acuerdo, pero sin suspender la sesión. El senador Vischi
(UCR) hizo una moción para armar una comisión de dos senadores por bloque para
hablar con las fuerzas de seguridad.
Villarruel no quería escuchar el pedido y Eduardo Wado de
Pedro le reclamó: ¡Usted me sacó la palabra!. “Expresé la moción, discúlpeme.
Yo se que usted reivindica un régimen distinto. Pero esto es un sistema
republicano”. Villarruel, enfurecida, lo amenazó “el que quiera retirarse puede
hacerlo. No me haga entrar en su historia personal, el que necesita ver qué
pasa se retira”. Finalmente la vicepresidenta sometió la moción de de Pedro a
una votación a mano alzada para pasar a un cuarto intermedio, pero fue
rechazada.
Luego, habló Maximiliano Abad, de la UCR, y sorprendió al
adelantar que no votaría las facultades delegadas. "El Gobierno pide
facultades delegadas, para eso hay que tener madurez. Este Gobierno se
caracteriza por los insultos. Vengo de un partido que no le dio facultades
extraordinarias a Kirchner, a CFK, a Mauricio Macri ni a Alberto Fernández.
Tampoco lo voy a hacer ahora", dijo. A él se sumó Lousteau, pero por la
ausencia de los dos de Santa Cruz, más el senador Pablo Blanco, que terminó a
favor, las facultades delegadas fueron aprobadas.
Se esperaba que, luego de la medianoche, sin un cuarto
intermedio, se vote también el paquete fiscal. Si ese objetivo se cumple, la
idea es que haya sesión en diputados el miércoles 26. Allí, se corre el riesgo
de que el oficialismo vuelva a insistir con la versión original de los
proyectos.
Al momento de los discursos de cierre, el titular del
interbloque de UxP, José Mayans ironizó sobre el presidente Milei al recordar
que "dice que es Terminator, pero
me gustaría que le cuenten cómo terminan las tres versiones. En la primera
termina con la cabeza aplastada. Se ve que no vio bien, no la entendió o le
contaron mal", comenzó y enumeró: "El segundo Terminator termina
derretido y el tercero con una modelo avanzada, no sé si es Karina o quién, los
dos terminan matándose. Terminan aplastados los dos. Cuéntenle un poco como es
el tema de Terminator a este muchacho".