La presencia del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset en Bolivia fue una alerta sobre la existencia de mafias internacionales en el país. Esto se ha visto agravado por el hallazgo de más alijos de cocaína procedentes de Bolivia en Europa, así como por las operaciones ilegales de ciudadanos paquistaníes en El Alto y Potosí y el imparable tráfico de autos robados en Chile hacia Bolivia.

Ante este escenario, el Gobierno boliviano ha comenzado a coordinar con autoridades europeas y de América del Sur para enfrentar el narcotráfico. El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, se reunió con el embajador de Brasil en Bolivia, Luis Henrique Sobreira Lopes, para abordar la agenda del combate al delito transnacional, el control de identidades, el narcotráfico y el caso Marset.

También se reunió con el viceministro de Sustancias Controladas, Jaime Mamani, en Lima con el director de Control de Drogas del Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú, Jorge Ponce San Román. Abordaron la agenda antidroga, además del temario vinculado a los delitos conexos del narcotráfico.

Bolivia también solicitó a España una mayor cooperación para enfrentar al crimen organizado. Los términos de este entendimiento aún se negocian y será firmado en noviembre durante una reunión binacional.

A pesar de estas medidas, hay críticas al Gobierno por la debilidad institucional del Estado para enfrentar el narcotráfico. Desde el MAS, la diputada María Cristina Choque ha pedido al ministro de Gobierno que trabaje y se saque menos fotos.

El opositor Alberto Astorga expresó su preocupación de que Bolivia haya perdido la lucha contra el narcotráfico. José Maldonado, también de CC, arrojó luz sobre las presuntas deficiencias en los esfuerzos de seguridad del país.

El exministro Carlos Romero advirtió sobre la urgencia de proyectar una política de Estado que contrarreste el avance del narcotráfico.

Desde Chile, el diputado Sebastián Videla señaló que hay un incremento significativo de la actividad del narcotráfico y destacó los recientes acuerdos entre su país y Bolivia para enfrentar el problema.