Hugo Ramos, el artesano que por su luto creó el chuta negro
Keshia Loza
Hugo Ramos es
el artesano que un día cuando llevaba el luto, creo el famoso traje del chuta
negro, haciéndose viral en las redes sociales. Él cuenta que ese impacto en las
redes no se lo esperaba y que en realidad se vistió de chuta negro porque su
madre había fallecido ese año, y como forma de llevar el luto, se confeccionó
ese traje.
Al ser su más
grande pasión el baile de los Chutas, el vuelca toda su inventiva en el diseño
de sus trajes para la danza, y este año se hizo un traje muy llamativo de color
fucsia y está seguro de que será la nueva moda
Cuenta que la pandemia
fue el momento propicio para incursionar más en las redes sociales, y de ese
modo abrió su página de Facebook CreaHugo, en donde publica videos, entrevistas
y promociona sus proyectos.
Hugo Ramos es
el vivo ejemplo de que con empeño e ingenio se puede convertir un simple hobbie
en un sustento y que el trabajo no tiene por qué ser algo desagradable, uno
debe buscar la forma de hacer lo que más le gusta en la vida y disfrutar de tu
labor. La clave es siempre estar abierto al cambio y a las oportunidades.
Con los años,
las creaciones de Hugo fueron adquiriendo renombre y ya no era conocido
solamente en Bolivia, si no que de muchos países le pedían sus trabajos. De
hecho, una gran parte de su clientela es extranjera, ya que su trabajo suele
ser el mejor recuerdo que llevan de Bolivia. Un país que realmente ha sabido
reconocer su producto es Perú, puesto que comparte con Bolivia el gusto por las
danzas. Es así que muchos folkloristas peruanos le han pedido sus diseños para
llevárselos a su país. Hugo no solamente se dedica a crear diseños de danzas,
también ha sabido explotar su creatividad en la confección de vestimentas para
santos, otra labor por la que es reconocido y por la que recibe muchos pedidos.
Hugo decidió
llamar a su taller “Hugo Creaciones” porque para él es muy importante destacar
que ellos no copian ni producen trajes en masa, si no que en su trabajo prima
la creatividad, la innovación y el cuidado meticuloso al detalle. Cuando inició
su taller, prefirió darles trabajo a los jóvenes sin experiencia, porque parte
de su misión también era darle oportunidad a personas que no tenían más
opciones. También daba trabajo a jóvenes que por una u otra razón de la vida
estaban llegando a un mal camino, entonces él los recibía para enseñarles un
oficio y que mediante el trabajo disciplinado cambiaran su rumbo.
UN DÍA DECIDIÓ
VIVIR DE SU PASIÓN Y TOMÓ LA DECISIÓN DE NUTRIR EL FOLKLORE
Hugo Ramos es
un emprendedor que decidió vivir de su pasión: el folklore. Él es un artesano
que, guiado por su creatividad y amor por las danzas tradicionales bolivianas,
ha dedicado su talento para la costura a la confección de muñecos con las
vestimentas típicas de cada baile. Hugo empezó como costurero, se formó
cursando talleres de corte y confección y así aprendió a manejar las escalas de
tallas, la creación de diseños y las técnicas para hacer distintos tipos de
ropa. Si bien su trabajo como costurero le resultaba útil, su gran pasión
siempre fue la danza folklórica, en especial la danza del Ch’uta, es así que combinó
su profesión y su pasión para comenzar a crear pequeños trajes y figuras de
bailarines.
Al principio reciclaba telas y materiales que
encontraba en talleres para crear pequeños trajes, todo a modo de pasatiempo,
pero gracias a su creatividad y a la ayuda de un buen amigo que lo alentó a
seguir confeccionando sus propios diseños a pequeña escala es que fue
consiguiendo compradores para sus muñecos y así empezó a hacerse conocido.
Su trayectoria
está llena de innovación, Hugo siempre se preocupó por ser diferente, por
sobresalir del resto con su ingenio. No es el único artesano que hace
miniaturas de trajes folklóricos, pero es un pionero con muchas de sus ideas.
Por ejemplo, él dice ser el primero en utilizar a la famosa muñeca Barbie para
que luzca sus vistosos diseños, él le dio “una alma boliviana” a la muñeca y la
modificó para que sea más nuestra. Lo mismo hizo con el muñeco Ken, a quien
vistió de moreno, kusillo y otros personajes de las danzas nacionales.
Otra de sus
ideas innovadoras fue la creación de las plumas sintéticas para los trajes de
moreno. Él empezó a fabricarlas para que no sea necesario importar plumas para
los trajes. Con esa gran idea inició un cambio muy importante en lo que es la
vestimenta de los morenos actualmente, ya que ahora ya nadie utiliza plumas
reales para los trajes. Actualmente, su creatividad lo ha llevado a crear
muñecas propias, empezó por hacer niños de yeso para que luzcan los trajes que
confecciona, pero su proyecto va más allá y ya empezó a elaborar bustos de yeso
de diferentes danzas. La idea final el remplazar las muñecas Barbie con su
propia muñeca, una muñeca cien por ciento boliviana, para que represente a
nuestro país y a nuestro folklore de la mejor manera. CONTACTOS 7054901.
EN PLENA
PANDEMIA CREO DISEÑOS NOVEDOSOS
Llegó a tener
casi 40 jóvenes en su taller en su mejor momento, pero como a muchos otros
emprendedores, la pandemia lo golpeo de lleno. Al llegar la cuarentena no hubo
más fiestas ni ferias en donde ofrecer sus diseños, es así que poco a poco sus
trabajadores fueron buscando suerte en otros lados, para poder mantenerse
durante la época de encierro. Su taller finalmente quedó reducido a 3
trabajadores con los que, luego de la flexibilización de las restricciones,
empezó a retomar la labor. Sin embargo, aunque la pandemia fue muy negativa
para su taller, Hugo supo sacarle algún provecho. El encierro le dio la
oportunidad de mejorar todavía más sus diseños, con todo el tiempo del mundo
para diseñar y confeccionar, pudo darle más detalles y personalidad a sus trabajos.
“No teníamos noción del tiempo, pero eso nos ayudó a enfocarnos y poner más
detalles, hacer la ropa más elaborada, más minuciosos”. Ahora sus diseños son
inconfundibles y su calidad es muy evidente al primer vistazo.