La futbolista Jenni Hermoso formaliza su denuncia en la Fiscalía por el beso no consentido

La futbolista Jennifer Hermoso, jugadora de la selección española, presentó este martes una denuncia expresa en la Fiscalía General del Estado por el beso no consentido que recibió de Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), durante la celebración por la victoria en el Mundial femenino. Según ha informado el ministerio público, que abrió diligencias de investigación a finales de agosto por un posible delito de agresión sexual e invitaba a la deportista a dar este paso, la Fiscalía de la Audiencia Nacional tiene la intención de presentar una querella por los hechos en “la mayor brevedad posible”. Rubiales se encuentra suspendido por la FIFA.

El caso Rubiales, que ha trascendido las fronteras españolas y ha agitado el deporte mundial en las últimas semanas, se enfrenta así a un nuevo escenario. La denuncia formalizada por Hermoso resultaba fundamental para que la Fiscalía pudiera actuar por la vía penal contra el presidente de la RFEF. Fuentes fiscales consideraban que, sin esta iniciativa de la jugadora, no podrían seguir adelante con el proceso, ya que el artículo 191.1 del Código Penal establece que, para actuar por delitos de agresiones, acoso o abusos sexuales, es precisa la “denuncia de la persona agraviada, de su representante legal o querella del Ministerio Fiscal”. Este punto ha supuesto que, en la práctica, el ministerio público solo actúa de oficio cuando las víctimas son menores o especialmente vulnerables, como personas discapacitadas

Además, en opinión de la Fiscalía, la competencia debe recaer en la Audiencia Nacional, ya que el presunto delito lo habría cometido un español en el extranjero —el incidente se produjo en Sídney (Australia), que acogió la final del campeonato—. Por ello, el caso ha caído en manos de la teniente fiscal de este órgano judicial, Marta Durántez, que estuvo presente durante la declaración del martes de Hermoso y que firmó el escrito de agosto para la apertura de las diligencias de investigación.

En dicha resolución, la teniente fiscal ya entendía que “el acto sexual sufrido” por la futbolista “no fue consentido”, en base a las declaraciones públicas que había hecho la jugadora. A través de un comunicado, Hermoso dejó claro que se sintió “vulnerable” ante la actuación de Rubiales y que fue “víctima de una agresión”. El Código Penal contempla penas de entre uno y cuatro años de cárcel para quien realice cualquier acto que atente contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento.