Los tres casos penales que enfrenta Donald Trump: sexo, papeles secretos y votos
Donald Trump ha acumulado tres
imputaciones en solo cuatro meses. Además de una ofensiva por la vía civil, con
investigaciones y procesos relacionados con irregularidades en sus negocios o
con su condena por abuso sexual y difamación a la escritora E. Jean Carroll, la
gravedad de los tres juicios que afrontará el año próximo por delitos federales
no tiene precedentes. Estas son las tres causas, por orden cronológico:
El caso ‘Stormy Daniels’
El 25 de marzo está previsto
que comience en Manhattan (Nueva York) el primer juicio penal contra Donald
Trump por el caso Stormy Daniels, consistente en el pago de dinero negro para
acallar una relación extramatrimonial en la campaña electoral de 2016, que le
llevó a la Casa Blanca. Trump temía el escándalo en la recta final de la
carrera y ordenó a su abogado y hombre de confianza, Michael Cohen, que pagara
130.000 dólares a la mujer. El registro fraudulento de ese soborno, que se
consignó como gastos legales, fue el origen de la investigación, llevada a cabo
el fiscal del distrito de Manhattan, el demócrata Alvin Bragg, al considerar
que el disimulo o maquillaje del pago obedecía al intento de cometer u ocultar
otro delito (posible violación de las normas de financiación electoral, entre
otros). A finales de marzo, un gran jurado convocado por Bragg votó a favor de
imputarle por 34 delitos. La acusación se formuló la primera semana de abril en
medio de un gran circo mediático. Trump se declaró inocente de todos los cargos
en Nueva York y esa misma noche, en su mansión de Florida, declaró: “El único
delito que he cometido ha sido defender a nuestro país de quienes intentan
destruirlo”.
Los papeles de Mar-a-Lago
La jueza Aileen Cannon,
nombrada por Trump durante su mandato, presidirá a partir del 20 de mayo el
segundo proceso penal en su contra, por los denominados papeles de Mar-a-Lago.
Al expresidente se le imputaron en junio 37 cargos por retener documentos clasificados
que se llevó de la Casa Blanca en enero de 2021, al ceder la presidencia a Joe
Biden. El fiscal especial Jack Smith, que supervisa esta causa y la de la
injerencia electoral y el asalto al Capitolio, amplió la acusación la semana
pasada, incorporando tres delitos más, por el intento del republicano de borrar
imágenes de las cámaras de videovigilancia de la mansión tras recibir una
citación para que las entregara. Smith imputó también a un tercer acusado, el
mánager de la finca. Al igual que en el caso Stormy Daniels, Trump se declaró
“no culpable” de las acusaciones. Junto con él también fue imputado en junio
Walt Nauta, su asistente personal. De las 48 cajas con documentos que los
agentes del FBI que registraron Mar-a-Lago hallaron, al menos un centenar
estaba clasificado, y una treintena encerraba asuntos de defensa nacional,
incluidos planes de alto secreto de ataques a un país extranjero (Irán).
Intento de revertir los
resultados electorales
La tercera imputación se basa
en los hechos protagonizados por Trump y sus fieles en los dos meses que
transcurren entre las elecciones de noviembre de 2020 y el 6 de enero de 2021,
cuando una horda de partidarios suyos irrumpió violentamente en el Congreso con
el objetivo de impedir la certificación de la victoria electoral de Joe Biden.
El fiscal Smith le ha imputado por cuatro cargos, relativos a conspiración,
manipulación de testigos y obstrucción de un procedimiento legal. Smith ha
acusado también a seis cooperadores, uno de los cuales es probablemente Rudolph
Giuliani, implicado a su vez en el intento de pucherazo electoral en Georgia
(una investigación que podría culminar en la cuarta imputación contra el
magnate en las próximas semanas). Los fiscales consideran que las afirmaciones
de Trump de haber ganado las elecciones eran “falsas, y el acusado sabía que
eran falsas. Pero el acusado las repitió y las difundió ampliamente de todos
modos para hacer que sus afirmaciones conscientemente falsas parecieran
legítimas, para crear una intensa atmósfera nacional de desconfianza e ira, y
para erosionar la fe pública en la administración electoral”. No hay fecha de
juicio aún, si bien el acusado comparecerá el jueves en el tribunal federal de
distrito de Washington para la lectura de los cargos./ EL PAÍS