Milei y Bullrich, candidatos presidenciales, buscan la aprobación de los grandes empresarios de Argentina
El empresariado argentino quiere un cambio de rumbo en
2024. Desde el escenario y en los pasillos de la 59ª edición del coloquio IDEA,
uno de los mayores foros empresariales del país, piden a la política reglas
claras que den previsibilidad, una inflación moderada, equilibrio fiscal en las
cuentas estatales, fin de las restricciones cambiarias y cambios en la
legislación laboral. Sin confianza alguna en que el Gobierno de Alberto
Fernández pueda enderezar la situación económica en la recta final de un
mandato que unos tildan de “complejo” y otros de “desastroso”, los dueños de
las grandes empresas buscan establecer un diálogo lo más fluido posible con los
aspirantes a sucederlo a partir del 10 de diciembre.
El escenario ideal iba a ser este coloquio que se celebra
anualmente en la ciudad costera de Mar del Plata. Allí estaban invitados este
jueves los tres principales candidatos: el ministro de Economía y postulante
por el peronismo Sergio Massa, el ultra Javier Milei y la conservadora Patricia
Bullrich. Los dos primeros se ausentaron. Massa porque priorizó la campaña a su
participación en un coloquio donde le esperaba un público bastante hostil y el
segundo porque optó por un almuerzo con unos 70 ejecutivos en vez de exponerse
al diálogo público propuesto por IDEA. El horario de la reunión convocada por
Milei se solapó con el de la exposición de Bullrich.
“Es una provocación”, “tenía toda la tarde para hacer lo
que quisiera”, lamentaron varios de los asistentes al foro. La coincidencia
provocó una nueva grieta: muchos optaron por permanecer en el coloquio, otros
se decantaron por Milei mientras que un tercer grupo escuchó a la candidata de
Juntos por el Cambio y después partió al restaurante Furia donde se celebraba
el encuentro. Entre ellos había empresarios que no ocultan su preferencia por
la candidata de Juntos por el Cambio pero, rápidos de reflejos, buscan
acercarse al economista que ganó las primarias de agosto y es favorito en los
sondeos de cara a las elecciones del 22 de octubre.
Milei pintó un panorama muy oscuro al señalar que Argentina
puede tener una nueva hiperinflación si no realiza reformas urgentes; volvió a
apuntar a “la casta política” como el origen de todos los males de un país en
el que hoy cuatro de cada diez habitantes vive en la pobreza. Entre las
reformas que pretende llevar a cabo si llega a la Casa Rosada está la reducción
del gasto público, bajada de impuestos y una reforma laboral. “Siendo
competitivos laboralmente, ahí sí podemos abrir totalmente la economía”,
pronosticó.
El peso, en caída libre
El candidato de la Libertad Avanza volvió a defender su
propuesta de dolarización, unida a la eliminación del Banco Central, y recordó
que cuanto más se deprecie el peso más fácil será llevarla a cabo. La
cotización oficial se mantiene clavada en 365,5 pesos por cada dólar desde hace
un mes y medio con el objetivo de frenar todo lo posible un nuevo salto
inflacionario, pero su valor se ha desplomado en los numerosos tipos de cambio
que coexisten. El conocido como “contado con liqui”, usado por las empresas
para acceder a dólares a través del mercado financiero, roza los 900 pesos por
dólar mientras que en el mercado paralelo la divisa estadounidense se vende a
843 pesos.
Los economistas creen que la demanda de dólares se ha visto
azuzada por la incertidumbre electoral y el miedo a una brusca devaluación que
evapore cualquier ahorro en pesos, aunque los tipos de interés sean del 118%.
Bullrich coincidió con Milei en la necesidad de adoptar una
de las principales demandas del sector privado: reducir las indemnizaciones por
despido y poner fin, según su opinión, a “los juicios laborales que se llevan
puestas empresas todos los días y que restringen el acceso al mercado laboral
porque cada una de las empresas toma lo mínimo indispensable”.
Se comprometió también a eliminar las restricciones
cambiarias lo antes posible y a reducir el gasto público para alcanzar el
equilibrio fiscal pese a las esperadas protestas en las calles. “Ahora tenés
una paz total, ¿no? Aunque la previsión es de una inflación del 180% y la gente
todos los días pierde plata, todos los días aumenta el dólar, todos los días
aumentan los precios y, sin embargo, hay silencio de cementerio, no se levanta
nadie. Llegamos nosotros y ya están con el bombo en la puerta”, dijo Bullrich
para criticar el apoyo mayoritario de los sindicatos y las organizaciones
sociales al peronismo gobernante.
En rueda de prensa, la exministra de Seguridad de Macri
pidió a Milei que deje de mentir sobre su pasado e intentó instalarse como la
alternativa más sólida para poner fin a los problemas económicos del país. Sin
embargo, la mayoría de sus dardos se concentraron en Massa, con quien rivaliza
por entrar en una posible segunda vuelta el 19 de noviembre.
Además de criticar el aumento de la inflación y la pobreza,
usó el reciente escándalo protagonizado por el exjefe de Gabinete Martín
Insaurralde para denunciar que no se trata de un caso aislado. “Acá hay una
matriz de corrupción, que además en muchas provincias argentinas es
sistemática, es una expoliación. Hoy la Argentina está en manos de señores que,
como Insaurralde se van a gastar la plata de nuestra gente, de nuestros pobres
jubilados, a los barcos en Marbella”, dijo en referencia a las imágenes
publicadas de Insaurralde junto a la modelo Sofía Clerici durante un paseo por
el Mediterráneo en el lujoso yate Bandido./ El País