Aunque no son las primeras mujeres que aspiran a la presidencia de México (otras seis ya lo habían hecho) sí son las primeras que logran consensuar el apoyo de los principales partidos políticos en el país.

Se trata de Claudia Sheinbaum, por el oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y sus partidos aliados, del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM). Del lado de la oposición, Xóchitl Gálvez, que será la candidata del Frente Amplio por México, una coalición que agrupa a los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD).

Sus nombres, para muchos en México, quedarán inscritos en un momento inédito en la vida política.

“Ha llegado el tiempo de las mujeres”, dice María Marván, quien en 2013 fue la primera mujer en ocupar la presidencia del Consejo General del entonces Instituto Federal Electoral.

La novedad, señala Marván, “es que muy probablemente una de ellas dos va a ser presidenta de la República y por primera vez en nuestra historia, estaremos gobernados por una mujer”.

Llegar a este momento, reconoce, no es fortuito. Marván dice que la presencia de las mujeres en la política ha sido progresiva, aunque a veces “demasiado lenta”.

¿Está listo México para una presidenta?

Es una pregunta que ronda en el ambiente político: ¿hasta dónde ha avanzado la sociedad? Es una de las grandes interrogantes aún sin respuesta, dice María Marván.

“No tenemos ningún elemento para no pensar que estamos listos, más que la evidencia empírica de que nunca la hemos tenido. En ese sentido, será muy interesante saber si tenemos un tercer candidato hombre, si por el solo hecho de ser hombre le resta simpatías a cualquiera de las dos mujeres, que se asume, serán las dos candidaturas más fuertes”, señala.

Y esto es algo que se sabrá, dice Marván, cuando el partido Movimiento Ciudadano designe a su abanderado en los comicios presidenciales del 2024.

Por lo pronto, la exconsejera electoral considera que ha habido un proceso de aprendizaje y que la sociedad ya ha visto a muchas mujeres en importantes puestos políticos y empresariales del país y también en otros países, incluidos varios de América Latina, donde la presencia de jefas de Estado hace plausible un escenario similar para México en el 2024.

¿Y están las Fuerzas Armadas también preparadas para una comandante en jefe?

“Las Fuerzas Armadas han demostrado a lo largo de la historia mexicana una gran lealtad a la Presidencia de la República. Yo esperaría que el comportamiento fuera igualmente institucional y espero no equivocarme”, dice Marván.

Violencia política de género

¿Cómo se desarrollará esta campaña inédita? Es otra interrogante, más aún cuando en la víspera ambas aspirantes, tanto Sheinbaum como Gálvez, han sido objeto de duras críticas sobre su apariencia física, su forma de vestir, así como por su origen.

Para Ruth Zavaleta, nada hace pensar que esto cambiará. Por el contrario, advierte que se está a las puertas de una campaña áspera.

“Vamos todavía a ver un tiempo importante de ataques a las mujeres en las campañas porque hay una cultura machista, misógina, que no acepta que las mujeres puedan tener un protagonismo a partir de su trabajo, de su experiencia, de su talento. Se considera todavía una sociedad con una cultura patriarcal, en donde el hombre era el que solamente podía estar en el espacio público compitiendo por la presidencia en este caso”, señala Zavaleta.

Para Marván, los cuestionamientos sobre el orígen étnico y la raza son preocupantes. Constituyen “uno de los elementos más tristes de nuestra política mexicana”. Y alerta que utilizar este tipo de argumentos para calificar o descalificar a cualquiera de las dos candidatas “no difiere mucho de argumentos fascistas, de exterminio y, por eso, espero que no domine en la política del próximo año en México”.

Candidatas competitivas

Claudia Sehinbaum nació en la Ciudad de México. Es licenciada en Física y obtuvo una maestría y un doctorado en Ingeniería en Energía.

Como funcionaria pública fue secretaria del Medio Ambiente en 2000, durante la gestión de Andrés Manuel López Obrador en la Ciudad de México.

Desde entonces su relación ha sido estrecha. Ella lo acompañó en sus tres campañas políticas hacia la presidencia, hasta 2018, cuando López Obrador fue elegido presidente y ella jefa de gobierno de la Ciudad de México, con el 47% de los votos, 16 puntos más que su contrincante más cercana.

Xóchitl Gálvez, la aspirante del Frente Amplio por México, nació en Tepatepec, Hidalgo, en el seno de una familia de escasos recursos.

Su madre, mestiza y su padre, indígena, según ha referido ella misma.

Estudió ingeniería en Computación gracias a una beca y logró despuntar hasta convertirse en empresaria.

En 2000 fue invitada a formar parte del gabinete del presidente Vicente Fox. Fue titular y directora general de la Comisión de Desarrollo de los Pueblos Indígenas.

En 2010 compitió, sin éxito, por la gobernación de su natal Hidalgo. De 2015 a 2018 fue jefa de la alcaldía Miguel Hidalgo, en la Ciudad de México, y en 2018 ganó una curul en el senado por el Partido Acción Nacional.

Para las analistas María Marván y Ruth Zavaleta, ambas dirigentes políticas son altamente competitivas y con las cartas suficientes para aspirar a la presidencia.

“Hay tiro”, dice Zavaleta, utilizando una frase coloquial para expresar que se espera una atractiva competencia electoral./ CNN