Orinar de pie o sentados ¿cuestión cultural?

En Japón la mayoría de los hombres se sientan para orinar. En cambio, en Latinoamérica normalmente enseñamos a los niños a hacer pipí de pie. ¿Es una cuestión cultural o responde a motivos de salud?

Un reciente estudio publicado en el semanario científico Plos One confirma que sí es más saludable hacerlo sentado, pero solo entre aquellos que tienen la próstata inflamada. “Al estar sentado se relaja la musculatura del suelo pélvico y entonces mejora el flujo”, apunta el Dr. Luis Resel Folkersma, de la Asociación Española de Urología.

Otros países como Alemania, donde más de la mitad orinan sentados, lo defienden por motivos de higiene. Hay algunos baños públicos que incluso tienen una luz roja parecida a la de un semáforo que prohíbe hacer pis de pie.

Aunque el orín provoque repulsión, el urólogo aclara que “la saliva tiene muchos más gérmenes”. Antes incluso se creía que la orina era estéril y “no es que lo sea, tiene gérmenes también, pero son gérmenes propios de su flora”, añade.

¿Cada cuánto deberíamos orinar?

La vejiga tiene una capacidad de entre 300 y 400 mililitros y deberíamos vaciarla con cierta frecuencia, antes de que se llene.

Según explica el Dr. Resel, “aguantarse sistemáticamente las ganas de orinar es malísimo, porque la vejiga va cada vez cogiendo más capacidad de almacenamiento, pero menos capacidad de contracción”. Con el tiempo, esa mala costumbre puede llevarnos a problemas de incontinencia urinaria, algo muy habitual tanto en hombres como en mujeres.

De hecho, tal y como señala el especialista “el mayor gasto sanitario en los países desarrollados es el uso de absorbentes. Se ha demostrado que es mucho más coste-efectivo tratar la incontinencia que no tratarla”. El experto recomienda visitar al urólogo si esto nos sucede.