Por César Dockweiler || 

Más allá de celebrar, estas fechas deberían llevarnos a reflexionar sobre la situación y proyección de nuestra ciudad. Lamentablemente, año tras año hemos venido perdiendo competitividad por falta de visión.

Hoy, nos corresponde a nosotros, como ciudadanos y habitantes de La Paz, ponerle el corazón y la acción para cambiar el rumbo y construir una ciudad segura, saludable, moderna y competitiva; una ciudad para la gente… una Ciudad Humana.

Debemos recuperar y reconstruir nuestra ciudad, para luego proyectarla hacia un futuro promisorio, como todos la soñamos y nos merecemos. La Paz puede ser una Ciudad Humana, llena de esperanza y oportunidades para todos.