Arrestan a sospechosos del ataque terrorista que dejó más de 130 muertos en Moscú; continúan los operativos
Las autoridades rusas
arrestaron a los cuatro hombres sospechosos de perpetrar el ataque a una sala
de conciertos en un suburbio de Moscú que mató al menos a 133 personas, dijo el
presidente Vladímir Putin en un discurso.
Putin no mencionó a ISIS en su discurso, y Kiev acusó al
presidente y otros políticos rusos de vincular falsamente a Ucrania con el
ataque con el fin de elevar el fervor en la guerra contra Ucrania, que
recientemente inició su tercer año.
Agentes de la inteligencia estadounidense confirmaron que la
filial afgana de ISIS fue responsable del ataque, dijo un funcionario a la
Associated Press.
En semanas recientes, las agencias de inteligencia recabaron
información de que la filial de ISIS planeaba un ataque en Moscú, y la
transmitieron a las autoridades rusas, dijo el funcionario.
"ACTO TERRORISTA SANGRIENTO Y BÁRBARO"
El funcionario fue informado sobre el asunto, pero no tenía
autorización para revelar información de inteligencia en público y lo hizo bajo
la condición de anonimato.
Putin dijo que hay 11 detenidos por el ataque, que dejó
además decenas de muertos y redujo la sala a un montón de ruinas humeantes.
Lo calificó de “acto terrorista sangriento y bárbaro” y dijo
que las autoridades capturaron a los cuatro sospechosos cuando trataban de huir
a Ucrania a través de una “ventana” preparada del lado ucraniano de la
frontera.
La prensa rusa difundió videos que parecían mostrar la
detención e interrogatorio de los sospechosos, uno de los cuales dijo frente a
las cámaras que lo abordó el ayudante no identificado de un clérigo islámico a
través de una app de mensajería y le pagó para que participara del ataque.
DE DÓNDE SON LOS SOSPECHOSOS
Informes en la prensa rusa identificaron a los agresores
como ciudadanos de Tayikistán, una antigua nación soviética del Asia central
que es mayoritariamente musulmana y limítrofe con Afganistán.
Funcionarios de Tayikistán que rechazaron los informes de la
prensa rusa y no hicieron declaraciones sobre el arresto de los cuatro
sospechosos.
Muchos intransigentes rusos pidieron que se reprimiera a los
migrantes tayikos, pero Putin dijo que “ninguna fuerza podrá sembrar las
semillas venenosas de la discordia, el pánico o la desunión en nuestra sociedad
multiétnica”.
Putin también dijo que se han impuesto nuevas medidas de
seguridad en todo el país y decretó una jornada nacional de luto para el
domingo.
El ataque, el más mortífero en Rusia desde hace años,
constituye una gran vergüenza para el mandatario ruso, días después de que
consolidó su férreo poder para un nuevo sexenio, en una votación precedida por
una represión del disenso que no se veía desde la era soviética.