El Alto mantiene viva la tradición de aymaras, quienes anhelan tener un “cholet”, pueden comprar su miniatura en la Feria de Alasita este 24 de enero, artesanos los esperarán con novedades.

Maritza Quispe es artesana desde su infancia, sus padres le enseñaron a construir casas en miniatura para la Feria de Alasita. Recuerda cómo empezó ayudarlos junto a sus hermanos, y ahora, pese a que ya no están, ellos continúan con la artesanía que pasó de generación en generación, pero con particularidades similares a la innovación en la arquitectura que predomina en esta urbe.

Los alteños anhelan que sus sueños se puedan hacer realidad, este 24 de enero unos buscarán terrenos, otros viviendas y por qué no edificios. La ciudad de los andes a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar alberga a hijos de aymaras que son creyentes de tradiciones y cultura como la Feria de Alasita.

En los últimos años esta ciudad ubicada en el departamento de La Paz destacó por su arquitectura desde “cholets”, eficios minimalistas, futuristas o viviendas; en la fiesta de la miniatura o abundancia las y los artesanos mantienen viva la esperanza de que estas edificaciones se pueda hacer realidad.

Que la tradición de nuestra gente prevalezca es lo que le causa alegría a Maritza Quispe, su esposo e hijos, quienes trabajan a diario para que las viviendas en miniatura lleguen a las familias, pero también a la comunidad boliviana en países como; Argentina, Brasil, Perú. Invita a la población ir a las ferias de Alasita en El Alto para que sus sueños se hagan realidad./RTP