"El 2024 será un año desafiante", reflexionó Benjamín Calle, comandante de los bomberos forestales de la Gobernación de Santa Cruz, en relación a las perspectivas de incendios forestales en la región.

Esta previsión se basa en los cambios inusuales que experimentó el calendario de incendios este año. Calle señala que los incendios comenzaron más tarde de lo habitual, ya que los más intensos ocurrieron en agosto, en contraste con el patrón tradicional en el que junio marcaba el inicio de la temporada crítica en el departamento, señala El Deber.

El comandante advierte que, debido al retraso de las lluvias, el riesgo de incendios persistirá, y anticipa que en noviembre y diciembre se sentirá una sequía más severa, con altas temperaturas y fuertes vientos en octubre. Es posible que la temporada de incendios se extienda hasta enero o más.

Calle también destacó un tema menos discutido: los recortes presupuestarios que afectan a las gobernaciones y alcaldías. Estos recortes están afectando la capacidad de mitigación y control de incendios, ya que muchas entidades locales tienen dificultades para proporcionar recursos como combustible y alimentos para los bomberos voluntarios y comunales, lo que obliga a los bomberos a utilizar sus propios recursos en situaciones de emergencia.

Según el Sistema de Alerta Temprana (Satif) de la Gobernación, al comienzo de octubre había 308 focos de calor en Santa Cruz, principalmente en Pailón, San José de Chiquitos y San Ignacio de Velasco. Se reportaron dos incendios, uno en Concepción y otro en Samaipata.

A nivel nacional, el viceministro de Defensa Social, Juan Carlos Calvimontes, informó que hubo una disminución significativa tanto en los focos de calor como en los incendios en el país. En comparación con años anteriores, septiembre de 2023 registró una disminución del 60% en los focos de calor. Santa Cruz lideró la lista de focos, seguido de Beni, Tarija y La Paz.

Calvimontes señaló que hasta ese momento, no se habían reportado incendios en Santa Cruz, pero sí en otras zonas del país, como Beni. Además, mencionó que se implementarán patrullajes aéreos en la Chiquitania y parte del Chaco cruceño, y destacó una reducción en la superficie quemada en comparación con años anteriores. En 2023, se registraron un millón de hectáreas dañadas, en contraste con las cinco millones de hectáreas afectadas en 2019.