Los argentinos están atravesando lo que el gobierno ha calificado como "el mayor ajuste de la historia", con la consiguiente disminución en el consumo de tres alimentos emblemáticos del país: carne, leche y yerba mate.

Desde su asunción como presidente de Argentina en diciembre pasado, el economista "libertario" Javier Milei, simbólicamente hablando, ha implementado las medidas económicas que prometió durante su campaña, activando lo que se ha llamado figurativamente "la famosa motosierra".

Durante sus primeros tres meses en el cargo, Milei logró reducir el gasto público en un 13% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que ha contribuido significativamente a abordar el enorme déficit fiscal del país.

Según las autoridades gubernamentales, este ajuste sin precedentes a nivel mundial ha sido clave para abordar uno de los principales problemas económicos de Argentina: la inflación, que actualmente se sitúa en torno al 290% anual, la más alta a nivel mundial.

Las expectativas económicas para Argentina dieron un vuelco tras los anuncios del nuevo presidente, dejando atrás la proyección inicial de crecimiento del 2,8% para 2024 del Fondo Monetario Internacional (FMI), y anticipando ahora una contracción del 2,8% para este año, seguida de un crecimiento del 5% el próximo año.

El proceso de desregulación en varios sectores económicos y la actualización de precios que habían quedado rezagados durante los gobiernos kirchneristas han provocado un aumento significativo en los precios de muchos bienes y servicios, impactando negativamente en el ya precario poder adquisitivo de los argentinos, quienes tienen salarios comparativamente bajos en América Latina.

Un informe del Centro de Investigación y Formación de la Central de Trabajadores de la Argentina (Cifra-CTA), publicado en abril, revela que el poder adquisitivo del salario mínimo ha disminuido en un tercio (34,1%) desde la asunción de Milei.

Como resultado, el consumo masivo ha experimentado un marcado descenso. En marzo, por cuarto mes consecutivo, se registró una disminución del 19% interanual en el consumo, según datos de la consultora Focus Market.

Esta situación se refleja claramente en la caída de las ventas de tres de los productos más consumidos por los argentinos.

LECHE

Caída en el primer trimestre: 18,7%

En Argentina, conocida por su industria ganadera, la leche y sus derivados son parte esencial de la dieta diaria de los argentinos, con el famoso dulce de leche siendo un elemento especialmente querido.

Sin embargo, el rápido aumento en el precio de la leche ha afectado significativamente el acceso de muchos ciudadanos a productos lácteos como quesos, yogures y manteca. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (Indec), el precio de la leche se duplicó en solo tres meses, aumentando un 123% entre diciembre y marzo.

Datos del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), basados en el Panel de Industrias Lácteas, muestran una disminución del 18,7% en el volumen de ventas de productos lácteos en el mercado interno durante los primeros tres meses de este año en comparación con el mismo período en 2023.

Paradójicamente, esta situación ha representado una mejora para los productores de leche, quienes han experimentado años de crisis. Las exportaciones de leche en polvo, el principal producto de exportación de la industria láctea argentina, han alcanzado un precio internacional que supera los US$3.200 por tonelada, lo que ha resultado en un aumento del 300% interanual en el precio de referencia que reciben los ganaderos por su leche a nivel nacional, según el OCLA, superando la tasa de inflación del 288%.

El OCLA estima que en el primer trimestre del año, las exportaciones de lácteos aumentaron un 6,4% en volumen interanual, representando el 30% del total de leche producida en el país.

A pesar de la preocupación por la crisis en el mercado local, una encuesta realizada en marzo por la asociación rural Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) reveló que la mayoría de los empresarios lecheros son optimistas sobre el futuro de su negocio, con un 73% esperando mejores resultados económicos en el próximo año.

CARNE

Caída en el primer trimestre: 17,6%

Argentina es reconocida mundialmente por la excelencia de su carne, y cualquier persona que haya tenido la oportunidad de visitar el país puede atestiguar que el "bife" y el "asado" son elementos habituales en la dieta local.

Sin embargo, este año muchos argentinos se vieron obligados a prescindir de su tradicional parrillada dominical.

Según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y derivados de la República Argentina (Ciccra), el consumo per cápita de carne vacuna disminuyó de 50,5 kilogramos en marzo de 2023 a 42,6 kilogramos en marzo de este año, lo que representa una contracción del 18,5%. En el acumulado del primer trimestre, la caída en el consumo fue del 17,6%, marcando el "registro más bajo de las últimas tres décadas", según la Ciccra.

A pesar de esta disminución en el consumo interno, la industria no sufrió pérdidas en su totalidad, ya que el descenso fue compensado por un notable aumento en las exportaciones, que representan aproximadamente el 30% de la producción total de carne.

De acuerdo con un informe de la Ciccra, en los primeros tres meses del año, las exportaciones aumentaron un 22,9% en comparación con el mismo período del año anterior. Fuentes del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina revelaron que el 80% de estas exportaciones tuvo como destino principal China.

YERBA MATE

Caída en el primer trimestre: 9,2%

La costumbre de tomar mate es tan arraigada en la cultura argentina que la demanda de yerba se considera inelástica, lo que significa que, incluso cuando su precio aumenta, las personas siguen comprándola en lugar de optar por otros productos.

Sin embargo, algunos ven la disminución en las ventas de yerba mate como una señal clara de lo difícil que está siendo el ajuste para muchos argentinos debido a la situación económica actual.

Según el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), una entidad no gubernamental, en marzo la cantidad de yerba mate destinada al mercado interno disminuyó un 30% en comparación con el año anterior. En el primer trimestre en su totalidad, esta reducción fue del 9,2% en comparación con el mismo período del año anterior.

La mayoría de los expertos del sector atribuyen esta caída en las ventas a la pérdida de poder adquisitivo de las familias de bajos recursos, un fenómeno que se ha agravado en los últimos tiempos. Según un estudio de la Universidad Di Tella, durante el primer trimestre del año, más de 3 millones de argentinos cayeron por debajo del umbral de la pobreza.