Cainco advierte sobre riesgos en el PGE 2025: “Es una carta blanca para la emisión, endeudamiento y desinstitucionalización”
La Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de
Santa Cruz (Cainco) ha expresado su preocupación ante el proyecto del
Presupuesto General del Estado (PGE) 2025, presentado por el Gobierno. La
entidad alerta que el enfoque predominante en el endeudamiento como principal
fuente de divisas no solo es insostenible, sino que podría agravar la crisis
económica del país.
En un comunicado titulado “PGE: carta blanca para la
emisión, endeudamiento y desinstitucionalización”, Cainco expone una crítica
detallada en cinco puntos clave, calificando el proyecto como un “atentado
directo a la estabilidad macroeconómica” de Bolivia.
Un déficit fiscal
preocupante
Cainco señala que el PGE 2025 proyecta un déficit fiscal
de 35.000 millones de bolivianos, equivalente al 9,2% del PIB. Según la
institución, este desbalance solo puede financiarse de dos maneras, ambas con
efectos potencialmente perjudiciales en el contexto actual.
Financiamiento
interno:
Se prevé obtener 60.000 millones de bolivianos mediante
una combinación de fondos de la Gestora Pública y créditos del Banco Central de
Bolivia (BCB). Esto incluiría la utilización de 10.000 millones de bolivianos
de los aportes de trabajadores a las pensiones y un crédito adicional de 50.000
millones del BCB. Para Cainco, esta medida constituye emisión inorgánica, lo
que podría generar un aumento significativo de la inflación.
Endeudamiento
externo:
El PGE contempla la emisión de títulos de deuda por 14.000
millones de bolivianos con el sector privado internacional. Cainco critica que
esta estrategia no venga acompañada de iniciativas para diversificar las
fuentes de divisas o potenciar el sector exportador de bienes y servicios.
Cambios normativos y
distorsiones del mercado
Cainco también advierte que el proyecto incluye artículos
que derogan leyes vigentes, como sucedió con la Ley del BCB, permitiendo
financiamientos que exceden los límites prudentes. Además, critica las
políticas de control de precios previstas, calificándolas como “medidas
represivas” que distorsionan el mercado, fomentan la creación de mercados
informales y exponen a las empresas formales a sanciones arbitrarias.
Un modelo agotado
Finalmente, Cainco destaca que el PGE 2025 ignora la gravedad
de la crisis económica que enfrenta Bolivia desde 2023, ofreciendo un enfoque
casi idéntico al del presupuesto de 2024. La entidad insta al Gobierno a
reconsiderar el modelo económico y adoptar medidas más sostenibles y orientadas
al crecimiento productivo.
Con esta postura, Cainco reitera su llamado a una
revisión profunda y responsable del presupuesto, subrayando la necesidad de
abandonar un modelo que considera agotado y riesgoso para la estabilidad
económica del país.