El actor australiano se encuentra promocionando la película que protagoniza en Netflix, donde resalta que hay varias diferencias con el personaje de Marvel

¡Y vaya que hay diferencias notables entre este nuevo papel y su icónico personaje en el universo Marvel! Chris Hemsworth, conocido por su interpretación de Thor en la saga de Los Vengadores, confesó que aunque disfrutó encarnando al mítico personaje de Marvel, también hubo algunas desventajas asociadas a su imponente físico. Sin embargo, con su participación en la película de Netflix, "Misión rescate 2", ha logrado liberarse de esas ataduras.

"Hay algo distinto que cada personaje demanda de ti", explicó Hemsworth. "En esta película, acababa de salir de interpretar a Thor, un personaje que me exigía estar más musculoso de lo que hubiera preferido. O, al menos, mucho más grande de lo que estaba en la primera película de Tyler Rake. Así que gran parte de mi entrenamiento cambió instantáneamente hacia la funcionalidad, el movimiento, la flexibilidad y las artes marciales, en contraposición al culturismo que requería Thor. El imponente cuerpo voluminoso de Thor se ve espectacular en pantalla, pero resulta bastante restrictivo en la vida cotidiana", reveló el carismático actor.

Durante su estancia en Madrid, Hemsworth no perdió la oportunidad de destacar el desafío que representó este nuevo personaje. En particular, hizo hincapié en los asombrosos planos secuencia que debieron filmar, donde no había lugar para cortes continuos ni para efectos especiales sustitutivos. "Prácticamente no hubo dobles ni pantallas verdes", afirmó.

"Uno de los planos secuencia ya se ha vuelto famoso y resultó ser un verdadero reto", confesó Hemsworth. "El problema es que si algo salía mal, ¡era una locura! Debíamos empezar de cero. Antiguamente, en estos casos, se utilizaban cuatro o cinco cámaras para tener un plan B en caso de fallos. Pero aquí, el director solo utilizó una cámara. Creo que eso se aprecia en la espontaneidad y el realismo de todas las imágenes. El público está cansado de la sobreproducción y la postproducción excesiva. Podríamos haber filmado en Los Ángeles, cómodos y calentitos, pero no. Decidimos ir a la República Checa, con 300 extras y explosiones por todos lados. Incluso yo mismo terminé con el brazo en llamas y tuve que apagarlo yo mismo", concluyó con una sonrisa el valiente intérprete.