Con venia del alcalde Arias poderosas empresas construyen fuera de norma en la zona Sur
La Alcaldía de La Paz entregó más de un centenar de
notificaciones de demolición a familias cuyas viviendas tienen derecho
propietario y se ubican en la zona Sur de la ciudad, denunciaron las juntas
vecinales de al menos una docena de barrios del macrodistrito sur.
“Sin tener jurisdicción ni competencia, el alcalde de La
Paz, Iván Arias, ordena la entrega de notificaciones de demolición de viviendas
en áreas cuyos límites no se han establecido a través de una ley aprobada en el
Legislativo”, denunciaron los vecinos afectados.
Otros de Achumani, Irpavi y Chasquipampa indicaron que, de
momento, el tema de límites ediles “está irresuelto” y que, en ese marco, las
acciones del municipio paceño son “ilegales”.
“Las viviendas que quiere demoler cuentan con folio real,
que le otorga al vecino la titularidad sobre el dominio y la superficie del
terreno, porque hay que recordar que se trata del documento de registro que
demuestra que la propiedad está legalmente establecida”, precisó la abogada
municipalista Doménica Peducassé.
La delimitación de municipios se inició dentro de una
antigua ley y ahora está vigente la Ley 339, de Delimitación de Unidades
Territoriales.
Vigente desde el 31 de enero de 2013, el artículo 31 de
dicha norma establece que toda delimitación de unidades territoriales será
aprobada mediante ley de la Asamblea Legislativa Plurinacional, y eso no ha
ocurrido, por lo que Arias incurre en abuso y avasallamiento.
De acuerdo con esa norma, los gobiernos autónomos
departamentales deberán elaborar la planificación del procedimiento de
conciliación administrativa para la delimitación intradepartamental en forma
coordinada y con el nivel central del Estado.
Además, la Ley 339 garantiza la participación de los habitantes
para decidir la delimitación de unidades territoriales, conforme a los
procedimientos establecidos por ley.
Repudio
En noviembre de 2022, miles de vecinos y organizaciones
sociales de los municipios de La Paz y Palca marcharon desde distintos puntos
de la ciudad contra el alcalde en protesta por la demolición de casi 200
viviendas en una docena de barrios de tres distritos.
Desde entonces, a ese repudio se sumaron los barrios de
Ovejuyo, Chinchaya y Chuquiaguillo; además de transportistas, gremiales,
cooperativas auríferas y juntas escolares de diferentes distritos.
Todos ellos exigen que Arias cumpla la Resolución
Prefectural 121, de 2009, que establece que los gobiernos municipales de Palca
y La Paz no pueden ejecutar ninguna acción administrativa, ni de fiscalización,
en tanto no se resuelva el tema de límites
Sin límite de altura
La alcaldía emitió la Ley 467 de Regularización de
Construcciones, que fue ampliamente observado por autorizar edificios sin
límite de altura, ni de tipo de suelo, para el proceso de saneamiento.
Instituciones colegiadas de arquitectos, ingenieros,
abogados, juntas vecinales, universidades públicas y privadas cuestionaron la
ley.
Apegados a esa norma, en la zona Sur de la ciudad, de la
circunscripción 7, se construyeron edificios muy por encima de lo permitido, a
vista y paciencia de la alcaldía.
Una torre de 28 pisos fue construida en la calle 15 de
Calacoto, cuando la norma dice que solo puede ser de ocho.
Hay también denuncias de vecinos sobre la comercialización
irregular de departamentos ante la permisividad de la comuna paceña, por lo que
se sugirió que sea la municipalidad la que oriente a la población para que no
compre departamentos en construcciones fuera de norma.
Rita Paucara, la mujer aymara a la que el burgomaestre mandó
demoler su hogar
Rita Paucara Pacajes, la mujer que perdió su vivienda en la
que vivió por más de 25 años debido a que el alcalde Iván Arias la mandó
demoler, recibió en enero ayuda humanitaria del Ministerio de Justicia.
El viceministro de Defensa de los Derechos del Usuario y
Consumidor, Jorge Silva, llegó hasta lo que fue la vivienda de Paucara en el
barrio de Rosales, en Alto Achumani, y entregó a nombre del Ejecutivo
alimentos, ropa, juguetes para los niños y algunos electrodomésticos para la
familia que vive en carpas improvisadas junto a los escombros de lo que un día
fue su hogar.
“Sé que no es suficiente frente a las pérdidas sufridas,
pero esperamos que esta pequeña ayuda de labor social instruida por el
presidente Luis Arce pueda ayudar a la familia”, dijo la autoridad durante la
emotiva entrega.
Rita Paucara comparte su vida en el pequeño terreno de su
propiedad con su anciana madre, sus tres hijas menores de edad, una nieta de
cuatro años y dos fieles mascotas.
El 4 de octubre de 2022 a Rita Paucara Pacajes le demolieron
su precaria vivienda.
Cuadrillas ediles llegaron a su hogar al despuntar el alba
con maquinaria, pico y pala, mientras preparaba la comida que vende al mediodía
a obreros y transportistas para ganarse el sustento.
Sus dos perros defendieron la casa, pero los molieron a
palos. La hija universitaria fue detenida por golpear a un fornido guardia
municipal, enfundado en uniforme azul, con casco negro y gafas oscuras.
Las otras niñas lloraban amargamente cuando Rita Paucara
mostraba los papeles de su propiedad, que de a poco era reducida a escombros.
Ella compró su propiedad —un terreno empinado e irregular—
cuatro lustros atrás, con los tristes ahorros de su sacrificado oficio.
Ella, aymara y humilde, sin estudios escolares, demostró su
mejor derecho propietario a la alcaldía municipal de la zona Sur./AEP