En el centro de Tipuani, Barrio Lindo se convirtió en el epicentro de la tragedia el pasado lunes, siendo el primero en sucumbir ante la sorpresiva inundación.

Las familias, ahora desplazadas, claman por ayuda y reconstrucción, mientras denuncian la falta de información por parte de las autoridades sobre el plan post-inundación.

"Nos encontramos en una situación difícil. Mi casa, de 130 metros, estaba al centro, todo se ha caído, no tengo nada, ni una polera. Escapé por encima del garaje, salté, tuve que nadar. No tengo nada qué comer, ni la llave de mi casa", reclamó doña María, totalmente desesperada por la situación.

La incertidumbre reina en las calles, donde cientos de afectados enfrentan la inseguridad y el riesgo de enfermedades tras perderlo todo. La desesperación se palpita en los testimonios de quienes narran cómo la mazamorra arrasó con sus hogares y pertenencias. La búsqueda de culpables apunta a la negligencia en los trabajos previos en el río, mientras la comunidad clama por diésel, carpas y un techo que les devuelva la esperanza.

"Queremos ayuda y apoyo en este momento. No importa de quién es el error. Necesitamos diésel, carpas, no sabemos dónde vivir. La gente está viviendo en la calle, no tenemos un techo. Pedimos a la Gobernación, a Defensa Civil, que vengan", complementó la señora Daysi.