A escasos días de las elecciones generales más violentas en la historia de Ecuador, el ex presidente Rafael Correa (2007-2017) cargó contra el asesinado candidato presidencial Fernando Villavicencio, su más feroz adversario en denuncias por la corrupción en el país, y sostuvo que el desaparecido periodista fue informante de la CIA, la agencia de inteligencia de Estados Unidos.

Según Correa, prófugo de la justicia ecuatoriana tras ser condenado a 8 años por corrupción, el asesinato de Villavicencio hace una semana al final de un acto político en Quito es “un complot de la derecha” para perjudicar las chances de la candidata de su partido Revolución Ciudadana, Luisa González, en las elecciones del próximo domingo.

González lideraba los sondeos para los comicios hasta antes del magnicidio, pero luego la imagen del correísmo quedó muy dañada cuando la opinión pública asoció al candidato asesinato con las denuncias que había lanzado en vida contra Correa.

En una entrevista desde México con la agencia noticiosa española EFE, Correa declaró:“Siempre se dijo que Villavicencio era informante de la CIA y cuando sube demasiado de perfil con estos informantes, cuando ya se le desborda sus ambiciones y quiere ser presidente, es un estorbo también para la CIA”, indicó.

La teoría

“Solo una hecatombe política podía impedir nuestro triunfo en una sola vuelta y esa hecatombe fue el asesinato brutal de un adversario acérrimo nuestro, Fernando Villavicencio. Estaba en cuarto o quinto lugar (en las encuestas). Entonces les servía más muerto que vivo”, sostuvo el ex presidente, quien vive autoxiliado en Bélgica, el país de su mujer.

Aunque hay seis sicarios colombianos detenidos por el magnicidio, Correa señala el presunto rol de Fausto Salinas, comandante general de la Policía Nacional, y de Patricio Carrillo, exministro del Interior y ahora candidato a legislador. Incluso, también a ellos los vinculó con la CIA.

“Crean toda una narrativa que nosotros habíamos amenazado a Villavicencio y somos los culpables del asesinato. Y eso, por supuesto, ha golpeado muy fuertemente nuestra candidatura y ha movido el tablero electoral, pero es algo inaudito”, indicó.

Según Correa, al candidato lo “llevaron a una trampa mortal para que lo acribillen a balazos y lo entregaron a los asesinos” al argumentar que los videos muestran que, justo antes del ataque en Quito, lo suben a un auto que no es el de él, que no estaba blindado y que carecía de conductor.

El asesinato de Villavicencio ocurrió hace una semana cuando sicarios colombianos le dieron tres balazos cuando subía a un automóvil tras dejar un mitin político. Murió más tarde en una clínica.

Antes de candidatearse, Villavicencio fue el más acérrimo denunciante contra Correa. Una de sus investigaciones periodísticas llevó a la justicia al ex presidente al destapar una trama de coimas de empresarios. Por ese caso, Correa fue condenado en ausencia a ocho años de prisión e inhabilitación en el caso “Sobornos 2012-2016”, tras lo cual huyó de la justicia refugiándose en Bélgica. Villavicencio lo llamaba “el prófugo”.

En 2014 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le concedió a Villavicencio medidas cautelares tras ser sentenciado a 18 meses de cárcel por injuriar a Correa, que lo demandó. Más tarde, un juez ordenó encarcelarlo por supuestamente revelar información reservada con correos electrónicos hackeados a la administración de Correa para sustentar investigaciones sobre corrupción en negocios petroleros.

Entonces, se refugió en Lima hasta 2017 cuando regresó al país bajo el gobierno del Lenín Moreno (2017-2021), un ex correísta distanciado del ex presidente.

Villavicencio (1963-2023) era un respetado periodista ecuatoriano que inició su carrera en el sindicalismo, el activismo social y la izquierda moderada, con la fundación en 1995 del movimiento indigenista Pachakutik.

Esta era la primera vez que se lanzaba a la Presidencia tras intentarlo sin éxito en 2017. Pero en los últimos tiempos se definía de centro y liberal, con una propuesta de lucha contra la corrupción y el narcotráfico, a los que se le atribuye la violencia que se abate sobre Ecuador desde hace más de dos años.

Tampoco en plena campaña cesaba de atacar a Correa. Días antes de su asesinato denunció presuntas irregularidades en contratos petroleros.

Fuente: EFE, AFP y Clarín