"El Estado lo sabía": Acusan a autoridades libias de ignorar las advertencias de una catástrofe
El hidrólogo
Abdul Wanis Ashour había advertido de la posible catástrofe a la que se
enfrentaba la ciudad de Derna, en el este de Libia, debido al estado de sus
presas, pero las autoridades hicieron caso omiso de estos avisos, informó Reuters
el sábado.
En un artículo
académico publicado el año pasado, Ashour advirtió de que, si no se realizaba
un mantenimiento urgente de las presas, la ciudad se enfrentaría a una
posible catástrofe.
"Cuando
recopilé los datos, descubrí una serie de problemas en el valle del Derna: en
las grietas presentes en las presas, la cantidad de precipitaciones y las
repetidas inundaciones", relató. "Encontré también varios informes
que advertían de una catástrofe en la cuenca del valle del Derna si no se daba
mantenimiento a las presas", agregó.
"Hubo
advertencias antes de eso. El Estado lo sabía bien, ya fuera a través de
los expertos de la Comisión Pública del Agua o de las empresas extranjeras que
vinieron a evaluar la presa", afirmó. "El Gobierno libio sabía lo que
pasaba en el valle del río Derna y el peligro de la situación desde hace mucho
tiempo", denunció el hidrólogo.
El pasado
domingo, las represas que protegían la urbe se rompieron tras el paso de la
tormenta Daniel, lo que provocó inundaciones devastadoras. Según datos
preliminares, el desastre se cobró la vida de cerca de 12.000
personas, mientras que otras 20.000 continúan desaparecidas.
"Nadie va
a pagar por ello"
Mientras
tanto, muchos libios se muestran indignados de que las advertencias se
hayan ignorado. "Mucha gente es responsable de esto. La presa no se
arregló, así que ahora es un desastre", dijo Alwad Alshawly, un profesor
de inglés que pasó tres días enterrando cadáveres como voluntario de rescate.
"Es un error humano, y nadie va a pagar un precio por ello",
denunció.
Una empresa
turca intentó reparar las presas en 2007, pero la obras no se completaron en
medio de la inestabilidad y problemas de seguridad en el país. Durante algunos
años Derna estuvo en manos de una sucesión de facciones islamistas,
incluida Al Qaeda y el Estado Islámico.
"Se
asignaron presupuestos, pero el contratista no estaba allí", declaró Omar
al-Moghairbi, portavoz de un comité del Ministerio de Recursos Hídricos. Según
él, aunque se hubieran llevado a cabo las obras de renovación, las presas
habrían colapsado porque el nivel del agua tras la tormenta Daniel superó la
capacidad de las estructuras.
En 2021, un
informe de la Oficina de Auditoría de Libia también citó la
"inacción" del Ministerio de Recursos Hídricos, afirmando que no
había avanzado en las obras de mantenimiento y que se habían destinado 2,3
millones de euros (2,45 millones de dólares) para dicho fin.
Medidas
insuficientes
Mientras tanto,
los críticos culpan a las autoridades no solo por no reparar las presas, sino también
por no tomar todas las medidas de precaución ante la tormenta. El alcalde de
Derna, Abdulmenam al-Ghaithi, afirmó haber ordenado la evacuación de la ciudad
varios días antes de la catástrofe, pero parece que esta orden no se
aplicó de forma efectiva. Algunos residentes declararon que la Policía les
había dicho que se marcharan, pero pocos lo hicieron realmente.
Además, el
Ministerio de Recursos Hídricos aseguró a los residentes en las redes sociales
que las presas estaban en buen estado. El director de la Organización
Meteorológica Mundial, Petteri Taalas, declaró el jueves que si el país hubiera
contado con una agencia meteorológica operativa, la pérdida de tantas vidas
podría haberse evitado mediante una gestión adecuada de la emergencia y los esfuerzos
de evacuación.
Dualidad de
poderes en Libia
Actualmente en
Libia existe una dualidad de poderes. El Gobierno de Acuerdo Nacional
(GAN), creado en 2015 como órgano de transición y respaldado por la ONU, tiene
bajo su control Trípoli y partes del noroeste del país. Sin embargo, en la
mayor parte de Libia, incluida la ciudad de Derna, gobierna la Cámara de
Representantes, con la sede en Tobruk, que opera desde 2014 y es apoyada
por el Ejército Nacional Libio (ENL) encabezado por
el mariscal Jalifa Haftar.
El primer
ministro Abdulhamid al-Dbeibah, jefe del gobierno de Trípoli, culpó de la
tragedia a la negligencia, las divisiones políticas, la guerra y la
"pérdida de dinero".
En el
Parlamento, con sede en el este del país, el portavoz Aguila Saleh, describió
lo ocurrido como un "desastre natural sin precedentes" y afirmó que
la gente no debería centrarse en lo que podría o debería haberse hecho.