“El Mineirazo”: Una década de la paliza histórica de Alemania a Brasil en su propia casa

En un abrir y cerrar de ojos, hoy se cumple una década de aquel 8 de julio de 2014, una fecha que fue grabada ‘con sangre’ en la memoria del fútbol brasileño y amantes de este deporte a nivel mundial.

No es un secreto que Brasil, respira fútbol en todos los rincones de su amplio territorio en Sudamérica, por eso viven este deporte de una manera especial cuando juega su selección, y eso hace paralizar a todo un país.

El 30 de octubre del año 2007, la FIFA había anunciado que Brasil sería la sede del mundial de fútbol para el año 2014. Una noticia que alegró a una gran nación que tiene al fútbol como una forma de vida.

Los brasileños volvieron a vivir la ilusión de poder levantar la Copa del Mundo en su casa, recordando que en el año 1950 sufrieron un revés, al no poder levantar el trofeo, tras sufrir una derrota ante Uruguay (1-2) en el estadio Maracaná de Río de Janeiro. Un hecho histórico que fue denominado como ‘El Maracanazo’.

Pasaron 64 años en ese entonces, y los brasileños soñaban con ganar el máximo trofeo de selecciones en su hogar; la expectativa creció más, cuando la selección de Brasil ganó la extinta Copa Confederaciones (torneo previo al mundial) el año 2013, tras vencer a España, vigente campeón del mundo, en ese entonces. La ilusión era aún mayor en la afición local, para lo que vendría el próximo año.

Llegó el 2014, el mes de la cita mundialista, y las calles de Brasil se tiñeron con los colores de su país, para vivir una fiesta, sin imaginar lo que pasaría más adelante.

A pesar del gran ambiente que se vivía en tierras brasileñas, la selección cargaba una gran presión, y eso se notó en los partidos que jugó en fase de grupos, además de los problemas que tuvo para derrotar a la selección chilena, donde un remate del jugador Mauricio Pinilla, hizo que la pelota se estrelle en el travesaño del arco defendido por el arquero Julio Cesar, en el tiempo de alargue, e hizo estremecer del susto a todo un país. La vía de los penales, y una tarde inspirada del portero brasileño hicieron que la ‘Canarinha’ avance hacia cuartos de final, donde también sufrió mucho para vencer a la selección de Colombia, liderada por el futbolista revelación del torneo, James Rodríguez.

En ese partido previo a las semifinales, Brasil perdió a su máximo referente Neymar por una lesión en la columna, y esa fue la antesala para la pesadilla que se aproximaba.

La tarde del 8 de julio, en el Estadio Mineirão de Belo Horizonte, ante 58.000 espectadores muy ilusionados en la previa del partido, ocurrió lo impensado. Brasil recibía a Alemania, con una baja importante en su alineación.

En el arranque del partido se vio un anfitrión que buscaría la victoria a como dé lugar, pero la selección alemana tenía claro que el rival estaba con una fuerte presión, por jugar ante su gente y millones alrededor del mundo.

Alemania empezó a desarrollar su juego y tempranamente se puso en ventaja con un gol marcado por Thomas Müller. Los ‘Teutones’ al estilo de un tiburón que huele sangre, siguieron con la lluvia de goles y a la media hora del partido ya vencían por 5-0, dejando atónitos a los presentes en el Mineirão y a millones de televidentes incrédulos, por devastador golpe que los alemanes les propinaban a los brasileños en su propio territorio.

Un día que quedó marcado con un aplastante 7-1, que sacudió los cimientos del 'jogo bonito', al mismo tiempo, el alemán Miroslav Klose, le quitaba el sitial de máximo goleador en mundiales, al brasileño Ronaldo Nazario, tras superarlo con 16 goles, y dejándolo en el segundo puesto con 15. Lo que impactó a millones en el mundo, fue las duras imágenes de desilusión, tristeza y llanto de brasileños en las tribunas del Mineirão, que vieron como destrozaban a su selección.

Lo que debía ser la antesala de la gloria para el anfitrión Brasil en su Copa del Mundo, se convirtió en una pesadilla sin precedentes. Una década después, aquel partido sigue siendo tema de análisis, debates y, para muchos brasileños, una herida aún sin cicatrizar.

El "Mineirazo", como se le conoce popularmente, no solo cambió el rumbo de aquel Mundial, sino que marcó un antes y un después en la historia del fútbol brasileño, porque luego quedó eliminado prematuramente de la Copa América jugada en Chile el 2015; en la Copa América Centenario jugada Estados Unidos el 2016 quedó afuera en fase de grupos. En el mundial de Rusia 2018 fue eliminado por Bélgica en cuartos de final; en 2019 logró ganar la Copa América organizada en su casa, pero el 2021, también siendo anfitriones del mismo torneo, cayeron ante Argentina en la final; y finalmente en el mundial de Qatar 2022, perdieron en penales ante Croacia en la fase de cuartos de final.

Brasil actualmente vive una crisis futbolística, y sobre todo de identidad, porque desde hace muchos años, se fue el ‘Jogo Bonito’. Eso quedó confirmado tras su reciente fracaso en la Copa América 2024 donde nuevamente, cayeron por penales, y fueron eliminados por la selección de Uruguay.