El Papa pide perdón a 13 víctimas de abusos sexuales de la Iglesia en Portugal
El papa Francisco se reunió el
miércoles con 13 víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia en
Portugal, durante su visita por la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en
Lisboa, en un clima de "intensa escucha".
El pontífice se encontró
durante más de una hora con las víctimas en la Nunciatura, donde estuvieron
acompañadas por algunos representantes de las instituciones eclesiales
portuguesas encargadas de la protección de menores, confirmó el Vaticano.
El Pontífice les manifestó
además su deseo de que la Iglesia sea un espacio "seguro"
"El encuentro se
desarrolló en un clima de intensa escucha y duró más de una hora, finalizando
poco después de las 20:15 horas", señaló.
La reunión, que no estaba
incluida en la agenda oficial de Francisco y cuyos detalles se mantuvieron
hasta ahora en secreto, se realizó al término de los encuentros institucionales
y eclesiales previstos en Lisboa.
Durante el encuentro, el papa
pidió a las víctimas que contasen sus historias, interactuó con ellas y
finalmente les pidió perdón en nombre de la Iglesia portuguesa, según avanzan
medios portugueses.
El pontífice, que en
anteriores ocasiones ya se había encontrado con víctimas de pederastia por
parte del clero, les manifestó además su deseo de que la Iglesia sea un espacio
"seguro".
En la reunión también
participó el psiquiatra portugués Pedro Strecht, que lideró la comisión
independiente que investigó recientemente la dimensión de los abusos sexuales
en la Iglesia lusa.
Esta comisión concluyó, con un
informe publicado en febrero, que desde 1950 hay al menos 4.800 víctimas de
pederastia en el país y entregó a la Iglesia una lista de curas sospechosos.
La respuesta de la Iglesia
lusa fue criticada en el país, ya que en un primer momento no avanzó para
apartar a los sacerdotes bajo sospecha y dejó la decisión en manos de las
diócesis.
Francisco se refirió al
escándalo durante su primera homilía en la JMJ asegurando que lo ocurrido ha
"desfigurado" el rostro de la Iglesia y pidió "acoger y escuchar
siempre" a las víctimas de abusos.
Así lo aseguró durante las
Vísperas con los obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados, consagradas,
seminaristas y agentes pastorales que tuvo lugar en el Monasterio de los
Jerónimos.
El Pontífice indicó que, a
veces, los sacerdotes y religiosos pueden experimentar "cansancio" en
medio de mundos "cada vez más marcados por el secularismo", con un
"creciente distanciamiento de la práctica de la fe", y añadió que
esto se acentúa por la "rabia" de algunos por el "mal
testimonio" de la Iglesia y por los "escándalos".
"Esto a menudo se acentúa
por la desilusión y la rabia que algunos alimentan en relación a la Iglesia, en
algunos casos por nuestro mal testimonio y por los escándalos que han
desfigurado su rostro y que llaman a una purificación humilde y constante,
partiendo del grito de dolor de las víctimas, que siempre han de ser acogidas y
escuchadas", subrayó.
"Es muy triste cuando una
persona que ha consagrado su vida a Dios, se transforma en funcionario, en mero
administrador de las cosas", advirtió.
El papa Francisco llegó este
miércoles a Lisboa, donde permanecerá hasta el domingo con motivo de la JMJ,
que prevé congregar en la capital lusa a más de un millón de fieles./ La Vanguardia