¿El pobre es pobre porque quiere? meritocracia e igualdad de oportunidades
Pedro
Cardozo
La frase puede interpretarse
como una creencia en la meritocracia, argumentando que las personas tienen el
control sobre su situación económica y que aquellos que permanecen en la
pobreza no han realizado los esfuerzos suficientes para superarla.
Sin embargo, es importante
tener en cuenta que la meritocracia presupone la existencia de igualdad de
oportunidades, es decir, que todas las personas tienen las mismas posibilidades
de acceder a recursos, educación, empleo y otros factores que influyen en el
éxito económico. En la práctica, la igualdad de oportunidades no es real, ya
que existen barreras y desigualdades estructurales que limitan el acceso
equitativo a estas oportunidades.
Observemos algunas perspectivas encontradas en los estudios sobre esta cuestión:
Estudios que afirman que el
pobre es pobre porque quiere:
Teoría de la elección
racional: Según esta teoría económica, algunos estudios sugieren que las
personas pueden elegir permanecer en la pobreza debido a ciertas preferencias
individuales, como la aversión al trabajo o la falta de motivación para buscar
empleo.
Estudios que niegan que el
pobre es pobre porque quiere:
Enfoques estructurales: Muchos
estudios en ciencias sociales, como la sociología y la economía, enfatizan la
influencia de factores estructurales, como la desigualdad económica, la falta
de acceso a oportunidades y los sistemas sociales injustos, en la perpetuación
de la pobreza. Estos estudios argumentan que las circunstancias socioeconómicas
y las barreras sistémicas juegan un papel significativo en la determinación de
la pobreza, más allá de las elecciones individuales.
Perspectivas psicosociales:
Algunos estudios se centran en los factores psicológicos y sociales que pueden
influir en la toma de decisiones de las personas en situación de pobreza. Estos
estudios argumentan que la falta de recursos, la falta de educación, las
experiencias traumáticas y la falta de apoyo social pueden limitar las opciones
y dificultar la superación de la pobreza.
Las perspectivas psicosociales exploran los factores psicológicos y sociales que influyen en las decisiones y acciones de las personas en situación de pobreza. Estos estudios reconocen que la pobreza no se debe únicamente a las elecciones individuales, sino que también está influenciada por una serie de circunstancias y barreras que afectan las oportunidades y el bienestar psicológico de las personas. A continuación, se presentarán algunos aspectos clave de las perspectivas psicosociales sobre la pobreza:
· - Recursos cognitivos limitados: La pobreza puede imponer una carga cognitiva adicional a las personas, ya que deben lidiar con la escasez de recursos, la incertidumbre económica y las demandas diarias. Esta carga cognitiva puede afectar la capacidad de toma de decisiones, el control de impulsos y la planificación a largo plazo, lo que puede dificultar la búsqueda de oportunidades para superar la pobreza.
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- Efectos del estrés y la adversidad: La pobreza
está asociada con altos niveles de estrés y exposición a adversidades. Los
factores estresantes asociados con la pobreza, como la inseguridad económica,
la violencia o la falta de vivienda, pueden tener efectos negativos en la salud
mental y emocional de las personas. Estos factores pueden limitar la capacidad
de las personas para tomar decisiones informadas y tener una visión a largo
plazo.
· - Capital social y redes de apoyo: Las personas
en situación de pobreza pueden tener menos acceso a redes de apoyo y capital
social, lo que dificulta su capacidad para acceder a recursos, oportunidades y
conocimientos. Las conexiones sociales y las redes de apoyo pueden ser
importantes para superar la pobreza, ya que proporcionan información, apoyo
emocional, oportunidades laborales y acceso a servicios.
· - Estigma y autoestima: La pobreza a menudo conlleva un estigma social, lo que puede tener efectos negativos en la autoestima y la identidad de las personas. El estigma asociado con la pobreza puede influir en las percepciones de autoeficacia y en la motivación para buscar oportunidades de mejora económica.
Estas perspectivas psicosociales reconocen que la pobreza es un fenómeno complejo que va más allá de las decisiones individuales. Se enfocan en comprender cómo los factores psicológicos, sociales y contextuales pueden influir en las elecciones y las acciones de las personas en situación de pobreza. Al considerar estas perspectivas, se puede obtener una comprensión más holística de las dinámicas y desafíos relacionados con la pobreza y se pueden desarrollar intervenciones más efectivas para abordarla.