Especialistas advierten que Bolivia podría ser escenario de violenta guerra de cárteles del narcotráfico
La cantidad de fábricas y laboratorios de droga descubiertos en el Chapare en el último tiempo y el aumento de los niveles de criminalidad con ajustes de cuentas, acribillamientos y secuestros demuestran el gran aumento que ha tenido la actividad del narcotráfico en Bolivia y que en un futuro cercano podría implicar el peligroso riesgo de mayor presencia de cárteles y una guerra violenta por el control de territorios, según señalaron a Erbol el general de ejército en retiro Tomás Peña y Lillo y el coronel de policía del servicio pasivo Juan Manuel Quinteros, ambos especialistas en seguridad.
Peña y Lillo sostiene que el problema para Bolivia se complicó porque ya no produce sólo coca, ahora es productor de cocaína y además es una región de tránsito de cocaína que viene de otros países.
“Tenemos gran cantidad de extranjeros y varios cárteles que están operando en Bolivia”, afirmó el general.
El militar considera que estamos frente al inicio de una fase de mayor presencia de representantes de los grandes cárteles y una disputa violenta por el control de territorios en Bolivia.
“Lo que estamos viendo es el comienzo de una sucesión que no parará porque ya va a comenzar la guerra entre los cárteles. (…) En Bolivia, aún operan clanes familiares que le venden la droga producida a organizaciones criminales internacionales”, señaló.
Parecerse a México o Colombia
“Me da la impresión personal que, si no se toman medidas, en un mediano plazo vamos a llegar a los problemas que han tenido México y Colombia con el narcotráfico”, sostuvo Peña y Lillo.
Autoridades protectoras
El general Peña y Lillo asegura que en los lugares donde se produce cocaína existen autoridades locales que protegen al narcotráfico.
“Autoridades políticas del lugar están comprometidas. Es como en el contrabando; si se fija, todos los alcaldes de las zonas fronterizas están comprometidos con el contrabando. Lo propio ocurre en las regiones productoras de hoja de coca que es base para la cocaína”, dijo el militar.
Fase pre-operacional
Por su parte, el coronel de policía Juan Manuel Quinteros asegura que la expansión del narcotráfico en Bolivia ingresó a una fase pre-operacional.
“Ya estamos ingresando a una fase pre-operacional del narcotráfico porque las condiciones en Bolivia están dadas, tenemos fronteras frágiles y la corrupción de autoridades que es algo que va de la mano con el narcotráfico. Es una fase pre-operacional porque hasta el momento los cárteles internacionales han enviado clanes y emisarios a Bolivia; pero ojo, después de esta fase viene la penetración directa de los carteles”, dijo el policía.
Contacto con las élites
El coronel Quinteros señaló que los cárteles internacionales de la droga, para ingresar a un país, toman contacto con personajes decisivos de la política y de las autoridades de seguridad.
“Esto tenemos que decirlo de forma clara y contundente, los grupos transnacionales del narcotráfico para poder operar en el país necesariamente tienen que penetrar en la élite política y en las fuerzas de la policía encargadas de la lucha contra el narcotráfico. Y en Bolivia ejemplos sobran como el caso del general Sanabria y otros jefes”, manifestó.
Viceministerio de política criminal
Ante el avance del crimen organizado, Quinteros cree que es urgente la creación de un viceministerio de política criminal.
“Existe la imperiosa necesidad de crear un viceministerio de política criminal con el objetivo de llevar adelante políticas criminales públicas que garanticen la seguridad interna del país, pero sobre todo la seguridad ciudadana; porque el narcotráfico, lastimosamente, a estas alturas ha penetrado poderosamente en las instituciones.De tal forma que corrupción y narcotráfico son dos elementos inseparables en este momento en Bolivia”, dijo el coronel Quinteros.
Peña y Lillo sostiene que el problema para Bolivia se
complicó porque ya no produce sólo coca, ahora es productor de cocaína y además
es una región de tránsito de cocaína que viene de otros países.
“Tenemos gran cantidad de extranjeros y varios cárteles que
están operando en Bolivia”, afirmó el general.
El militar considera que estamos frente al inicio de una
fase de mayor presencia de representantes de los grandes cárteles y una disputa
violenta por el control de territorios en Bolivia.
“Lo que estamos viendo es el comienzo de una sucesión que no
parará porque ya va a comenzar la guerra entre los cárteles. (…) En Bolivia,
aún operan clanes familiares que le venden la droga producida a organizaciones
criminales internacionales”, señaló.
Parecerse a México o Colombia
“Me da la impresión personal que, si no se toman medidas, en
un mediano plazo vamos a llegar a los problemas que han tenido México y
Colombia con el narcotráfico”, sostuvo Peña y Lillo.
Autoridades protectoras
El general Peña y Lillo asegura que en los lugares donde se
produce cocaína existen autoridades locales que protegen al narcotráfico.
“Autoridades políticas del lugar están comprometidas. Es
como en el contrabando; si se fija, todos los alcaldes de las zonas fronterizas
están comprometidos con el contrabando. Lo propio ocurre en las regiones
productoras de hoja de coca que es base para la cocaína”, dijo el militar.
Fase pre-operacional
Por su parte, el coronel de policía Juan Manuel Quinteros
asegura que la expansión del narcotráfico en Bolivia ingresó a una fase
pre-operacional.
“Ya estamos ingresando a una fase pre-operacional del
narcotráfico porque las condiciones en Bolivia están dadas, tenemos fronteras
frágiles y la corrupción de autoridades que es algo que va de la mano con el
narcotráfico. Es una fase pre-operacional porque hasta el momento los cárteles
internacionales han enviado clanes y emisarios a Bolivia; pero ojo, después de
esta fase viene la penetración directa de los carteles”, dijo el policía.
Contacto con las élites
El coronel Quinteros señaló que los cárteles internacionales
de la droga, para ingresar a un país, toman contacto con personajes decisivos
de la política y de las autoridades de seguridad.
“Esto tenemos que decirlo de forma clara y contundente, los
grupos transnacionales del narcotráfico para poder operar en el país
necesariamente tienen que penetrar en la élite política y en las fuerzas de la
policía encargadas de la lucha contra el narcotráfico. Y en Bolivia ejemplos
sobran como el caso del general Sanabria y otros jefes”, manifestó.
Viceministerio de política criminal
Ante el avance del crimen organizado, Quinteros cree que es
urgente la creación de un viceministerio de política criminal.
“Existe la imperiosa necesidad de crear un viceministerio de
política criminal con el objetivo de llevar adelante políticas criminales
públicas que garanticen la seguridad interna del país, pero sobre todo la
seguridad ciudadana; porque el narcotráfico, lastimosamente, a estas alturas ha
penetrado poderosamente en las instituciones.De tal forma que corrupción y
narcotráfico son dos elementos inseparables en este momento en Bolivia”, dijo
el coronel Quinteros.