El expresidente Evo Morales criticó duramente al Gobierno de Luis Arce tras la decisión del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de acatar un fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) que reconoce a Grover García, un dirigente cercano al oficialismo, como presidente del Movimiento al Socialismo (MAS). Según Morales, esta acción forma parte de un intento de "genocidio político" cuyo objetivo sería proscribir al MAS, partido actualmente en el poder.

Defendiendo su liderazgo dentro del MAS, Morales mostró una encuesta en la que asegura figurar como favorito para retornar a la presidencia, cargo que ocupó entre 2006 y 2019. Según él, esta situación ha generado intentos desde el Gobierno para impedir su candidatura argumentando que no estaría habilitado.

Acusaciones de un supuesto plan político

En sus declaraciones, Morales sugirió que existe un plan gestado por el entorno de Luis Arce que involucraría a Andrónico Rodríguez, presidente de la Cámara de Senadores y aliado cercano de Morales. Según el líder del MAS, el supuesto plan buscaba posicionar a Rodríguez como precandidato a presidente o vicepresidente con miras a los comicios de 2025.

“Hablemos claro: el plan de Lucho era que Andrónico fuera su precandidato a presidente o vicepresidente”, afirmó Morales, quien también destacó que ha mantenido reuniones con Rodríguez y que próximamente sostendrán un nuevo encuentro junto a otros líderes sociales para debatir temas políticos.

Denuncias de división y manipulación

El expresidente también acusó al Gobierno de intentar desprestigiar a Rodríguez y generar divisiones en el Trópico, región que históricamente ha sido bastión del MAS. Según Morales, estas acciones buscan debilitar al partido y evitar su participación en las próximas elecciones.

“Nos secuestran al MAS para proscribirlo. Según nuestras encuestas, si Lucho es candidato, no llega ni al 3%. Esta proscripción significa un genocidio político”, aseguró Morales durante una entrevista con Radio Kawsachun Coca (RKC).

Con estas declaraciones, Morales intensifica su confrontación con el Gobierno de Luis Arce, marcando una creciente tensión dentro del MAS de cara a las elecciones generales de 2025.