Gobierno Nacional y los nueve SEDES suscriben un manifiesto y asumen la vacunación como prioridad sanitaria por la salud de la niñez

El Ministerio de Salud y Deportes de Bolivia y los Servicios Departamentales de Salud (SEDES) suscribieron este lunes un histórico manifiesto que marca un hito por garantizar el bienestar de las niñas y niños ante un caso confirmado de sarampión en el país. Por lo tanto, se comprometen en la necesidad urgente de completar los esquemas de vacunación como una alta prioridad sanitaria en busca de controlar y mitigar la propagación de enfermedades prevenibles por vacuna.

“Estamos aquí con los directores de los Servicios Departamentales de Salud en una ardua gestión técnica para evaluar la situación sobre las enfermedades inmunoprevenibles, es así que nosotros hemos dicho que no nos vamos a conformar solamente con un acta de reunión sino con un Manifiesto por la Salud de las Niñas y Niños de Bolivia”, señaló la ministra de Salud y Deportes, María Renée Castro en la lectura de los 12 puntos del Manifiesto a la conclusión de la histórica reunión de Alto Nivel Sanitario en el país para proteger a la población ante el brote del sarampión.

El primer punto del documento señala: "Es una obligación y una prioridad atender la salud y la vida de las y los niños de nuestro país, por lo que nos comprometemos en la implementación de todas las medidas sanitarias, económicas, logísticas y comunicacionales que están a nuestro alcance, con prontitud, eficiencia, eficacia y celeridad, para cumplir el objetivo de hacer frente al actual brote de sarampión”.

La reunión nacional convocada por el Ministerio de Salud y Deportes se desarrolló en la ciudad de La Paz, donde participaron los directores técnicos de los nueve SEDES del país, epidemiólogos, responsables departamentales de los programas ampliados de inmunización y comunicadores de cada una de las regiones, con quienes se evaluaron y aunaron esfuerzos para fortalecer las estrategias y planes de acción contra las enfermedades inmunoprevenibles.

Dentro de los 12 puntos del manifiesto, las autoridades nacionales y subnacionales de salud se comprometieron a recuperar los altos porcentajes de vacunación en el menor tiempo posible, que se habían mantenido antes de la pandemia del SARS-COV-2; poner en práctica un plan de comunicación de riesgo; expresar la voluntad política de mantener un diálogo fructífero y un intercambio fluido y oportuno para poner en práctica las políticas sanitarias; manifestar la voluntad de asegurar la salud y la vida de las y los niños de los respectivos departamentos, frente a cualquier interés de tipo político o económico; comprometerse a redoblar esfuerzos para el logro del acceso a la salud para todas y todos en estos momentos de emergencia, entre otros.

En el documento también se convocó, con carácter de urgencia, a las universidades de Bolivia para que se involucren activamente, especialmente sus Facultades de Ciencias de la Salud y Ciencias Sociales, en actividades e intercambios científicos que permitan acceder a información de calidad sobre inmunización y su impacto.

Así también, exhortan a las familias bolivianas a que participen activamente en este gran esfuerzo por la vacunación de las niñas y niños bolivianos y apoyen decididamente a todas y todos los trabajadores de la salud, colaborando para hacer efectiva la meta de vacunación.

En la jornada, los directores de los SEDES también firmaron el Compromiso Técnico Nacional en Materia de Inmunización por el que reconocen que la vacunación es una de las herramientas más costo-efectivas de la Salud Pública y Bolivia históricamente ha mantenido coberturas del esquema nacional del Programa Ampliado de Inmunización, en valores no menores al 90%, gracias a las acciones conjuntas y coordinadas entre el Gobierno Central y los Servicios Departamentales de Salud. Por estas consideraciones declaran como Primera Prioridad Sanitaria en sus departamentos, establecer todas las acciones necesarias hasta lograr completar el esquema de vacunación nacional en menores de 5 años, así como a fortalecer las acciones de vigilancia epidemiológica, prometen apoyo logístico, técnico y económico para consolidar la Campaña Nacional y la Semana de Vacunación en Las Américas, con el objetivo de que la erradicación de la poliomielitis, conseguida en Las Américas, sea fortalecida para evitar el riesgo de que nuevos casos puedan aparecer en el país.

Bolivia confirmó el primer caso de sarampión el pasado 23 de febrero, el cual, se trata de una niña de 7 años y 6 meses de edad residente en la ciudad de Bermejo del departamento de Tarija, quien también estuvo de visita en la ciudad de El Alto del departamento de La Paz. En ambas regiones se activó el bloqueo de transmisión de la enfermedad y el bloqueo vacunal con equipos de respuesta rápida. Además, el 31 de enero la cartera de Estado emitió una alerta epidemiológica instando a la población a que lleve a vacunar a sus niños al establecimiento de salud más cercano, debido al alto riesgo de importación de casos de sarampión.

Este hecho subraya la importancia de mantener la vigilancia y la acción preventiva en el país. En este contexto, a la cabeza de la Ministra de Salud y Deportes, las autoridades de salud de los diferentes departamentos emitieron un manifiesto y compromisos para garantizar el acceso oportuno a la vacunación completa de las niñas y niños.

SOBRE EL SARAMPIÓN:

El Sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa, causada por un virus que afecta principalmente a niños menores de 5 años, pero los adultos también se pueden enfermar.

Se transmite por gotículas que se emiten al hablar, toser o estornudar y los primeros síntomas son fiebre, tos, conjuntivitis, secreción nasal y, sobre todo, una erupción característica que comienza en la cara y se extiende por el resto del cuerpo.

La vacuna SRP es una primera medida de prevención para evitar contraer la enfermedad, que se aplica en dos dosis: la primera, a los 12 meses de edad; la segunda, entre los 18 a 23 meses de edad. Este esquema completo previene del Sarampión, Rubéola y Parotiditis.

Es crucial entender que al no completar este esquema de vacunación, no solo se pone en riesgo la salud de los niños, sino que también puede tener graves consecuencias para toda la comunidad.