La escultora León sorprende con el tallado restaurativo del Cristo crucificado de madera en San Ignacio
La ciudad del Beni brilla por su arte
local a través del tallado, la maestra Judith León Bravo: "esto es un
trabajo de verdaderos talladores y artistas, además no solo eso, sino la
expresión en el rostro de sufrimiento que muestra, es extraordinaria."
Expresó.
Esta iniciativa representa un esfuerzo
conjunto por preservar y revitalizar el valor histórico y cultural de la figura
del Santo Cristo, guiados por la destreza de Judith León y el compromiso de los
miembros del Gran Cabildo Indígena.
Judith León ha emprendido la delicada
tarea de "limpiar" al Santo Cristo, que con el paso del tiempo ha
experimentado deterioro. La actividad inició el jueves pasado junto a Ramón Mayuco Émata, Greny Nuni Sucubono,
Edgardo Pacema Viri, Juan Caity Yujo y Bartolo Vela Noza, quienes son mojeños,
al igual que lo fueron hace más de 300 años, se han unido para colaborar en la
restauración, buscando devolver al Crucificado su origen de color y textura.
Trabajo arduo y detallado
La primera tarea llevada a cabo
consistió en eliminar el polvo acumulado y el faldón de tela. ¡Sorpresa! la imagen
reveló tener tallado el faldón al cuerpo de madera.
Para la maestra León, "esto es un trabajo de verdaderos talladores y artistas, además no solo eso, sino la expresión en el rostro de sufrimiento que muestra, es extraordinaria". Expresó.
La ficha técnica detalla que se trata de
un Cristo Crucificado, madera, medidas 1.50 alto ancho 50 cms y 28 cm de
profundidad.
“La restauración es un tema delicado
para las personas (de San Ignacio) por la parte espiritual, que es lo más
valioso y es necesario llegar a la base del Cristo Crucificado, es apropiado
hacer un diagnóstico, porque hay restauraciones precarias con materiales no
adecuados.” Mencionó, león.
"La mayoría de las imágenes que
tenemos en nuestro templo, fueron hechas por mojeños y, ahora muchos años después,
también serán mojeños los que trabajan en su restauración", manifestó el
párroco Fabio Garbari.
Las manos mojeñas continúan puliendo con el objetivo de concluir la restauración antes de la celebración de Semana Santa.
//Heiddy Quiroga