La terminal de La Paz

La terminal de La Paz rebasa su capacidad y buses toman calles adyacentes

La numerosa cantidad de buses de transporte interdepartamental e internacional rebasó la capacidad de la Terminal de Buses de La Paz. La situación obliga a los conductores a tomar calles, avenidas y un puente, adyacentes a esa estación de autobuses.

En un recorrido que hizo este medio de comunicación por las calles que circundan la terminal paceña, se evidenció que, en horas de la noche, cerca de las 19.00, los buses de diferentes empresas toman las avenidas Perú, Uruguay y una vía encima del puente de la Cervecería Boliviana Nacional.

En este último punto se verificó la descarga de pasajeros, quienes deben caminar por la estrecha acera del puente, y se exponen a peligros por el tráfico vehicular y la inseguridad por la presencia de bebedores consuetudinarios que se asientan en los alrededores.

Los buses tomaron también calles que están entre cinco y 10 cuadras hacia el norte; incluso llegan hasta avenidas y calles de la zona de Achachicala.

Otro problema es el congestionamiento vehicular que causan en la avenida Perú esquina calle Constitución, pues los buses tomaron un carril de esa vía hasta la altura de la calle Beni y dejan solo un carril para el transporte urbano.

Los buses de transporte interdepartamental tomaron vías adyacentes a la terminal de La Paz.

“Por este lado ha habido muchos accidentes de tránsito porque las flotas son grandes y tienen que hacer maniobras para parquearse e ingresar a esta avenida (Perú). Pero también nos ha tapado la venta y lo que es peor es que ha habido varios asaltos entre bus y bus se ocultan los antisociales”, denunció Pedro Choque, un comerciante.

Además, en el sector hay contaminación por la basura que dejan los ayudantes de los buses luego de hacer la limpieza de los motorizados, lo que causa proliferación de insectos y hasta de roedores. “Barren y botan la basura en la vía pública”, reclamó otro vendedor del lugar.

El comandante departamental de Tránsito, coronel Jesús Bejarano, explicó a La Razón que, “evidentemente”, la Terminal de Buses quedó pequeña frente a la creciente demanda de pasajeros y de las mismas empresas de buses.

El jefe policial explicó que la terminal cuenta con menos de 40 carriles, lo que no es insuficiente para cubrir la demanda de más de un centenar de buses que a diario operan en el lugar.

“Los buses no pueden alejarse mucho de la terminal debido a que deben atender la demanda de los usuarios. Por eso somos tolerantes porque sabemos las limitaciones que tiene la terminal. Tratamos de poner orden y regular el tránsito vehicular por inmediaciones para que no haya gran perjuicio a las vías”, dijo Bejarano.

Los buses de transporte interdepartamental tomaron calles y avenidas

Otro problema que identificó la autoridad es la falta de parqueos particulares cerca de la terminal, “pues en los últimos años algunos espacios que quedaban, de propiedad privada han levantado edificaciones”.

Sin embargo, el administrador de la Terminal de Buses de La Paz, Américo Zabala, dijo a La Razón que, si bien el ambiente quedó pequeño para cubrir la demanda, hay horarios en los que los parqueos de la estación de buses están expeditos y son los choferes de los buses quienes se niegan a ingresar por no pagar el alquiler por hora de Bs 2,50.

“No podemos decir que la terminal no ha quedado pequeña; ha quedado pequeña la terminal, pero se puede optimizar más. Hay horarios en los que el patio de maniobras está vacío, pero, sin embargo, las flotas están afuera. Lo que ocurre es que, obviamente, permanecer un tiempo en la terminal tiene un costo y son costos que ni los conductores ni sus administradores quieren asumir”, explicó el funcionario.

Acotó que es responsabilidad de la Unidad Operativa de Tránsito hacer cumplir el Código de Tránsito, que en el artículo 48 establece: “Quedan prohibidas las reservaciones de áreas de estacionamiento en las calles, avenidas, parques y plazas de las ciudades excepto para los vehículos pertenecientes al Palacio de Gobierno, ministerios, Órgano Legislativo, Órgano Judicial, Honorable Cuerpo Diplomático, prefecturas, municipalidades, Fuerzas Armadas, Policía Nacional y otros que la autoridad determine”.

El gobierno municipal también cuenta con la Secretaría de Movilidad y Seguridad Ciudadana, que, en el marco de sus competencias, está al control del tráfico vehicular.

El titular de esta dependencia edil, coronel Ariel Torrez, ante la pregunta de este medio de comunicación sobre el estacionamiento de buses en calles adyacentes a la terminal respondió: “El tema de seguridad, por mandato constitucional, es la Policía Boliviana, detentora de la potestad y competencias. Nosotros, como Secretaría de Movilidad y Seguridad Ciudadana, coadyuvamos ejerciendo el control de la vialidad y aplicamos de conformidad a la normativa municipal la regulación de la vía. En el caso del perímetro de la terminal terrestre de buses fortalecemos esta acción con los servicios vespertinos mediante la guardia municipal (…)”.

Sin embargo, el ejecutivo nacional del Sindicato de Buses, Marcos Lanza, denunció que ni la Alcaldía ni Tránsito hacen cumplir las normas para impedir el estacionamiento de los buses. “Definitivamente, no hay control”.

En dos visitas que realizó La Razón al lugar verificó la ausencia de ambas dependencias.

El dirigente aclaró que la mayor parte de los buses que estacionan fuera de la terminal es de empresas de El Alto que también prestan el servicio interdepartamental. Otro problema que enfrentan es el cierre del paso de taxistas para captar pasajeros.

“Hemos mandado varias notas a la Alcaldía y Tránsito para que ponga orden porque ha aparecido un grupo de taxis que desconocemos si son seguros y que trancan a los buses para que descarguen sus pasajeros a la altura del puente de la Cervecería. Hasta el momento no ha habido respuesta a nuestro pedido”, dijo Lanza.

Al igual que el administrador de la terminal, el dirigente dijo que están a la espera de que se solucione un conflicto judicial que tiene la Alcaldía con la Armada Boliviana por el derecho propietario de unos predios que serían de gran utilidad para paliar el colapso de los buses en vía pública.