Las víctimas del impostor que se hacía pasar por médico en Santa Cruz están buscando justicia y compensación por el daño causado. Christian Emilio Gosen, el falso médico chileno, realizaba procedimientos médicos invasivos sin tener la capacitación adecuada, cobrando sumas exorbitantes como 21 mil bolivianos por intervención. Los testimonios de aquellos que confiaron en él son desgarradores: acudieron en busca de curación y salieron más enfermos y en bancarrota.

Góver Mamani, uno de los afectados, describe cómo su salud empeoró después de someterse a un tratamiento recomendado por Gosen, quien le diagnosticó condiciones que otros médicos más tarde descartaron por completo. Nancy Arizaca cuenta una historia similar: su hermano fue sometido a una operación innecesaria después de un diagnóstico erróneo del falso médico, dejándolos con una factura médica impagable y sin mejoría en la salud.

Ahora, estas víctimas enfrentan no solo problemas de salud adicionales, sino también deudas significativas debido a los costos médicos y a las intervenciones ilegales realizadas por Gosen. Más de 15 personas han sido afectadas por este fraude, y se teme que haya más víctimas aún no identificadas. El concejal Manuel Saavedra ha llevado el caso ante las autoridades pertinentes y está instando a todas las víctimas a unirse al proceso legal.

La detención de Gosen brinda un rayo de esperanza para aquellos que buscan justicia. Enfrenta cargos por practicar la medicina ilegalmente y por falsificar información médica, y se espera que reciba el castigo que merece por poner en peligro la salud pública y el bienestar de los ciudadanos. Este caso sirve como un llamado de atención sobre la importancia de la regulación y la verificación de las credenciales médicas para proteger a las personas de individuos inescrupulosos como Gosen.