Lluvias traen riesgos de ‘lluvia negra’ y contaminación con cenizas

Las recientes lluvias en la región cruceña han generado esperanzas de extinguir los incendios forestales, pero también riesgos. La ‘lluvia negra’, cargada de hollín y cenizas, puede contaminar fuentes de agua como ríos y represas, afectando a los municipios y sus ecosistemas, además de representar un peligro para la salud de las personas que consumen el agua contaminada.

El miércoles, en la capital cruceña y el norte del departamento, se registró una inusual tormenta eléctrica con densas nubes bajas. Expertos, como la ingeniera ambiental Sandra Quiroga y el médico Daniel Avellaneda, atribuyen este fenómeno al humo de los incendios y las altas temperaturas. Se informó de la presencia de ‘lluvia negra’, un fenómeno también observado en Argentina y Paraguay, que ocurre cuando la lluvia arrastra cenizas y hollín, ensuciando el agua y dándole un tono oscuro.

Avellaneda advierte que en las provincias, donde se depende de represas y riachuelos para el consumo de agua, la calidad del agua se ve afectada, lo que puede provocar problemas de salud, como diarreas en niños. Los filtros locales no son efectivos para eliminar partículas de hollín, por lo que se recomienda usar agua embotellada o de pozos subterráneos. Aunque hervir el agua elimina patógenos, no elimina las partículas contaminantes.

Quiroga explica que las lluvias tras los incendios generan acidez en el agua, un proceso conocido como eutrofización, que reduce el oxígeno y afecta la calidad del agua, promoviendo el crecimiento de algas tóxicas. Además, la falta de vegetación en las riberas, debido a los incendios, agrava la contaminación.

¿Neblina, humo o vapor?

Las lluvias del miércoles generaron un fenómeno curioso: una especie de neblina baja que oscureció el ambiente, a pesar de que el sol era visible. Quiroga concluye que fue una combinación de humo y vapor, probablemente arrastrada por los vientos.

Luis Alberto Alpire, conocido como "el Señor del Clima", y Ramiro Soliz, director del Senamhi, coinciden en que la lluvia no despejó completamente el humo debido a que las altas temperaturas hacen que el agua de lluvia se evapore rápidamente.

Impacto en la salud

En la comunidad indígena de Candelaria, en Concepción, la falta de agua potable y la contaminación han causado diarreas, afectando especialmente a niños y ancianos. Las familias han recurrido al agua de atajados contaminados, mientras esperan el arreglo de una bomba para mejorar el suministro de agua.