"Los cuatro pecados del periodismo", según el papa Francisco
“La desinformación es uno de los pecados del periodismo” dijo Francisco al recibir el premio “Es periodismo” con el que fue distinguido el pasado sábado por un grupo de profesionales italianos de la comunicación. Según el Papa los “pecados” del periodismo son cuatro: “la desinformación, cuando el periodismo no informa o desinforma; calumnia (a veces se usa esto); la difamación, que es diferente de la calumnia pero que destruye; y el cuarto es la coprofilia, es decir, el amor al escándalo, a la porquería, el escándalo vende”. Pero -subrayó Bergoglio- “la desinformación es el primero de los pecados, de los errores -digámoslo así- del periodismo”.
La distinción
concedida al Papa, un premio creado en 1995 por los periodistas italianos Indro
Montanelli, Enzo Biagi, Giorgio Bocca y Giancarlo Aneri, tiene como propósito
colaborar con los profesionales del campo "a ser más conscientes de su
papel de libre expresión y de contribución a la construcción de la justicia a
través del servicio de la verdad". Quienes están a cargo de otorgar el
reconocimiento entendieron ahora que Jorge Bergoglio, desde su lugar como
máxima autoridad de la Iglesia Católica, está "perfectamente en línea con
lo que se propusieron cuando fundaron el premio en el lejano 1995" que es
precisamente ayudar al periodismo.
Para
Francisco es importante que los periodistas redescubran “el principio de
la realidad” y se lo cultive “cada vez más”. Porque “la realidad es superior a
la idea, siempre: la realidad de los hechos, el dinamismo de los hechos; que
nunca están inmóviles y siempre evolucionan, hacia el bien o hacia el
mal”, para no correr el riesgo, dijo el Papa, “de que la sociedad de la
información se convierta en una sociedad de desinformación”.
Según
Bergoglio para lograrlo “es necesario difundir una cultura del encuentro,
una cultura del diálogo, una cultura de la escucha del otro y de sus razones”.
Explicó Francisco que “la cultura digital nos ha brindado tantas nuevas
posibilidades de intercambio, pero también corre el riesgo de transformar la
comunicación en lemas” argumentando que la comunicación “siempre es diálogo, no
es un eslogan”.
El Papa admitió
que “me preocupan las manipulaciones de quienes egoístamente propagan
noticias falsas para orientar a la opinión pública” y pidió “no cedamos a la
lógica de la oposición, no nos dejemos influenciar por lenguajes de odio”.
Recordando la guerra en Ucrania dijo también que “estamos llamados a asumir una
gran responsabilidad” dando “espacio a las voces de la paz, a quienes se
comprometen a poner fin a éste como a tantos otros conflictos, a quienes no se
rinden a la lógica ‘cainista’ de la guerra pero siguen creyendo, a pesar de
todo, en la lógica de la paz, en la lógica del diálogo, en la lógica de la
diplomacia”.
A
continuación el Papa le solicitó a los periodistas “una ayuda” en relación a la
cobertura periodística del próximo Sínodo católico que reunirá en octubre
próximo a obispos y fieles laicos y laicas de todo el mundo en Roma. Recordó
que “toda la Iglesia se ha embarcado en un camino para redescubrir juntos la
palabra” porque “debemos redescubrir la palabra juntos, caminar juntos,
preguntar juntos”, para “hacernos cargo juntos de un discernimiento
comunitario”. Para Francisco, en esa instancia “la palabra juntos es muy
importante” y desde la Iglesia esto significa un aporte precisamente
porque estamos viviendo “en una cultura de exclusión, que es una especie
de capitalismo de la comunicación”.
El Papa concluyó pidiendo a los periodistas italianos respecto del próximo Sínodo: “ayúdenme a contar este proceso (sinodal) tal como es realmente, saliendo de la lógica de los eslóganes y de las historias pre envasadas. No, la realidad. Alguien dijo: ‘La única verdad es la realidad’. Sí, la realidad. Todos saldremos beneficiados y, estoy seguro, ¡esto también "es periodismo!”