Los dos grupos de la APDHB abandonaron el edificio y acuerdan diálogo
Durante la noche de este sábado Amparo Carvajal abandonó la vigilia que, junto con otras tres personas, instaló en el edificio de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (Apdhb), en la avenida 6 de Agosto de ciudad de La Paz, tras aceptar el diálogo luego de varios intentos fallidos.
Según se informó, el presidente del Tribunal Supremo Electoral, Oscar Hassenteufel, y el defensor del Pueblo, Pedro Callisaya, mediaron en el conflicto para que tanto el sector de Edgar Salazar y de Carvajal se sienten a negociar en los próximos días.
En tanto, ambos sectores solicitaron la presencia de notarios de fe pública para que realicen un inventario de los bienes que se encuentran dentro del edificio de la Apdhb.
En un comunicado, el sector dirigido por Salazar hizo conocer que, con el fin de facilitar la solución del problema orgánico generado por grupos políticos que respaldan a Carvajal, se aceptó dejar en custodia de la Policía la sede de la entidad defensora, bajo inventario notarial.
"La señora Carvajal Baños, en compañía de un diplomático de su embajada de España, abandonó voluntariamente la terraza y el grupo de huelguistas retirarse también de las oficinas, de modo que no existan escollos ni pretextos que impidan preservar la integridad orgánica y la propiedad de la Apdhb", señala el comunicado.
El jueves, el Ministerio de Salud estableció dos ambulancias, equipadas y con personal médico, en cercanías del edificio de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia para brindar atención las 24 horas a las cuatro personas que instalaron una vigilia.
Las unidades fueron ubicadas luego de que, en horas de la tarde de ese día, personal médico del Hospital de Clínicas, llevado por el Ministerio de Salud, revisó a tres de las cuatro personas que cumplían la vigilia. Carvajal se negó por segunda vez a recibir atención médica de especialistas.
Carvajal permanecía en vigilia para recuperar el control del edificio central de la Apdhb, en La Paz.
Este hecho generó amagues de enfrentamiento entre sus seguidores y otro grupo que apoya a Édgar Salazar, quien también se atribuye el liderazgo de dicha instancia de derechos humanos.