Javier Milei en Davos
Página 12 de Argentina: Alucinaciones políticas libertarias en el Foro de Davos: “Milei pensó que estaba en una charla TEDx”
Por Alfredo Zaiat
El discurso de Javier Milei en Davos plantea un dilema
periodístico y de respeto al lector. ¿Cómo analizar la presentación si el
contenido de cada una de las 18 páginas que leyó en castellano provoca
vergüenza ajena a cualquiera que abraza la rigurosidad analítica, histórica,
filosófica, económica y política? Más aún cuando algunos conceptos expresados
por Milei, en la primera exposición como Presidente de la Nación en un
escenario internacional, son la repetición de su participación en el evento
TEDx San Nicolás "La estruendosa superioridad del capitalismo", en
noviembre de 2018.
La exposición de Milei generó sorpresa entre quienes lo
escucharon. El estupor apareció porque, como si en el próximo encuentro con el
Papa Francisco quisiera enseñarle cómo debe oficiar la misa en latín en el
Vaticano, fue a Davos a decirles a los reyes del capitalismo global como ser
capitalistas.
La contradicción sobre cómo abordar la presentación en Davos
aparece por la sucesión de sentencias de Milei que colisionan con la verdad
histórica, además de entregar dictámenes absolutistas sin ofrecer bibliografía
académica aceptada internacionalmente que los respalde. La evaluación del
discurso es contundente por lo lapidaria. El esfuerzo explicativo sin embargo
es igualmente necesario porque, como escribió el politólogo Sebastián
Etchemendy en su cuenta de la red X, "es difícil debatir con la ignorancia
libertaria pero no dejemos que gane".
En un auditorio de empresarios y políticos globales, en un
salón que no desbordó entusiasmo por escucharlo con una ocupación media, según
la crónica realizada por la enviada de La Nación, Milei porfía en que Argentina
fue la primera potencia mundial y, cuando abrazó "el colectivismo a lo
largo de los últimos cien años", retrocedió al puesto 140 del mundo.
En estas páginas ya se indicó que el equipo de Chequeado
analizó esta afirmación para concluir que "es falsa". El estudio
detalla que, según la base Maddison, la serie de datos históricos sobre
desarrollo económico más confiable y la única con datos anteriores a 1900, la
Argentina comenzó el siglo XX en el puesto 13 entre 45 países relevados (según
el PIB per cápita medido en Paridad del Poder Adquisitivo -PPA-) y no en el
primero. Para agregar que actualmente, utilizando la misma base y cantidad de
naciones, Argentina se ubica en el puesto 30 y no en el 140. Es una mentira de
Milei utilizada en varias oportunidades como candidato, pero decirla como
Presidente al establishment empresarial y político global tiene otras
consecuencias.
El también politólogo Mario Riorda en su cuenta de la red X
señala que una idea del discurso de Milei es que la "definición de la
política económica es desde una sentencia: lo justo y moralmente
superior". Indica que ofrece una argumentación falaz y precientífica pues,
en su visión, el mundo tiene un 'marco teórico equivocado', y desde (su 'dato')
1800, todo el mundo occidental se equivocó menos él y sus 'teóricos'
libertarios". Para concluir que "no hay modo de debatir desde la superioridad
moral (la no argumentación). Todo es imposición".
Milei se manifestó en contra de los movimientos feministas y
del cambio climático. Afirmó también que "Occidente está en peligro"
porque la mayoría de las ofertas políticas son "variantes
colectivistas", poniendo en este mismo grupo a "comunistas, socialistas,
socialdemócratas, demócratas cristianos, neokeynesianos, progresistas,
populistas, nacionalistas o globalistas".
Milei lo piensa y lo dice en serio. El sentimiento de
vergüenza ajena es lo de menos, aunque sea el Presidente de la Nación y ya no
un panelista de televisión o expositor de charlas TEDx. Más inquietante es que
él está convencido de que el mundo funciona como él lo describe en el pasado
remoto, en el presente y en el futuro que invita a construir al grito
"Viva la libertad, carajo".