Producen muñecas personalizadas, volquetas Tonka y juguetes Made in Bolivia con calidad de exportación
El presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Pablo Camacho señala que es hora de que se aprecie y fomente el “Hecho en Bolivia” porque los artesanos, los productores, microempresarios nacionales tienen un gran talento.
Dany Israel Huarachi es un joven emprendedor que, junto con su familia, dio nacimiento en 2020 a su Amakella Group una pequeña empresa para la producción de estos vehículos de juguete con el sello de “Hecho en Bolivia” y con el nombre de Tunkka.
Recuerda que de niño los camiones Tonka eran un juguete inalcanzable y era el sueño de cualquier pequeño y siempre soñó un día poder fabricarlos, por eso que con el tiempo estudio de forma autodidacta, logró aprender la técnica y hoy produce cientos de unidades en su taller de El Alto.
Recuerda que comenzó con la elaboración de 100 unidades y ante la gran demanda de la población en 2021 se logró fabricar 500 y el año pasado 1.500 y este año se piensa alcanzar la producción de 5.000 unidades con la gran aceptación que se ha tenido.
“Se van a sacar además otros modelos y estos juguetes nacieron con la idea de que pasen de generación en generación, la volqueta aguanta 100 kilos de peso”, destacó.
Inicialmente la empresa comenzó con la fabricación de las volquetas y Jeeps tipo Willys y ahora se apresta a lanzar hasta octubre camiones con control remoto con baterías de litio y que se podrán operar desde el celular.
También se construye autos grandes tipo Hummer militar eléctricos para niños de 12 a 15 años y se sacará un jeep a pedal dirigido a niños más pequeños. Se producen a su vez volquetas más pequeñas.
El emprendimiento trabaja para obtener la certificación de calidad de Ibnorca con lo cual se pueden abrir las puertas para la exportación a partir de 2024. “En Bolivia se pueden elaborar juguetes de calidad y generar empleos. Nosotros hemos comenzado en 2020 a trabajar con cuatro operarios y ahora estamos trabajando con 15 personas”, resaltó Huarachi.
En principio el trabajo era más artesanal y ahora la empresa cuenta con maquinaria y esto ha permitido producir en menor tiempo. En tres días se llegan a producir 20 unidades y a la semana 40, antes en un mes se sacaban 20 unidades.
La empresa ahora ha comenzado a fabricar equipos de rehabilitación de personas con discapacidad. “Hemos inventando un dispositivo de simulación de marcha para personas que no pueden caminar y que les permite realizar fisioterapia desde sus hogares, se está en el trámite para patentar en Senapi y obtener la certificación”, añadió Huarachi.
Las volquetas Tunkkas tienen un costo de 800 bolivianos y las más pequeñas 500 bolivianos. La gente interesada puede acudir al taller de la empresa en El Alto y se tienen encargados de venta en Santa Cruz y Cochabamba o pueden llamar a los teléfonos 72049598 o 77221169. La empresa también realiza pedidos especiales.
Muñecas personalizadas
Otro de los emprendimientos de manos bolivianas que no tienen nada que envidiar a la producción foránea es la que impulsó hace tres años la diseñadora de modas, Nicole Gómez Bolaños con el nombre de Pipis Toys, una empresa que fabrica muñecas y muñecos de tela personalizados.
Cuenta que la idea para crear la línea Mumus nació cuando ella vivía en Estados Unidos y decidió dejar de recuerdo a unos niños unos muñecos personalizados con el cabello, tono de piel y su ropa favorita igualitos a ellos.
Es con esa inspiración que ella comenzó a diseñar las Mumus, un nombre que le recuerda a su niñez, ya que su madre le llamaba de esa manera Mumu.
Estas muñecas y muñecos se pueden personalizar a partir de una fotografía y reflejar las características del niño o niña, el color de sus ojos, cabello, rostro, lunares, cicatrices, lentes. La idea, dijo fue romper estereotipos porque por ejemplo las Barbie tienen rasgos definidos que responden a otro contexto. También busca empoderar y generar autoestima en los pequeños.
Las muñecas se elaboran en base a tela, lana y se pueden peinar y vestir porque la empresa elabora ropita y otros accesorios. El diseño de una Mumus demora 5 horas desde el cortado de tela, cocer, rellenar en un trabajo con bastante detalle.
La empresa también ofrece la línea Mushi Mushi que son animalitos con carita de bebé y son suaves al tacto para niños de diferentes edades y se tienen abecedarios en tela y juguetes interactivos. Además se cuenta con una línea de ropa de bebé como son mantitas y se tiene la idea de sacar herramientas en tela para que los niños puedan aprender jugando.
El emprendimiento no se queda solo en eso, sino también impulsa una Clínica de Juguetes donde la gente pueda llevar sus juguetes para restaurar o renovar.
“Las Mumus tienen una pequeña mochila como accesorio donde se puede acompañar un animalito”, resaltó Gómez.
Tienen un costo de 225 bolivianos y 250 con mochila incluida y un costo con una mascota. Si es personalizado el costo es 235 bolivianos y se pueden añadir accesorios. “Solo deben enviar una foto y dar a conocer detalles sobre tono piel, ojos, cabellos y se elaboran”, puntualizó.
Estas novedosas muñecas se venden en el Mercadito del Duende en las calles Oquendo y Venezuela de Cochabamba y vía on líne y se hacen envíos a todo el país. Pipis Toys está en todas las redes sociales y los interesados pueden llamar al 71426339.
El presidente de la CNI, Pablo Camacho, indicó que la juguetería es una actividad en crecimiento y la industria boliviana que incluye micro, pequeña, mediana y gran empresa, tienen un gran potencial en este rubro.
“Se debe valorar el trabajo de estos emprendedores que elaboran juguetes con una gran calidad debe llenar de orgullo y es importante que para fin de año las empresas públicas y privadas que destinan algunos recursos para regalos y la misma población, piensen en comprar los Hecho en Bolivia y consumir lo nuestro”, apuntó.
Para Camacho los bolivianos deben cambiar el chip y forma de pensar, lo hecho a mano en otros países tienen mayor valor y en el país se debe resaltar el trabajo de los emprendedores nacionales.